Martxelo DÍAZ
Iruñea

NOVIERCAS, UNA AMENAZA PARA EL SECTOR GANADERO

La macrogranja de vacas lecheras que la cooperativa navarra Valle de Odieta quiere construir en la localidad soriana de Noviercas, a solo 50 kilómetros de la muga navarra, tiene ya el visto bueno de la Junta de Castilla y León. En Nafarroa temen que este proyecto ponga la puntilla a un sector que ya tiene muchos problemas.

Unas 18.500 vacas lecheras con ordeño automático en una macrogranja situada en la localidad soriana de Noviercas (de apenas 150 habitantes y en cuya silueta destaca una imponente torre), situada a apenas 50 kilómetros de la navarra de Cintruénigo y del Mojón de los Tres Reyes, el punto en el que confluyen Nafarroa, Aragón y Castilla. Este es el proyecto que la cooperativa navarra Valle de Odieta quiere poner en marcha y que ya cuenta con el visto bueno de la Junta de Castilla y León, a la espera un informe de evaluación ambiental simplificada y la autorización del uso de agua.

Actualmente, se estima que en todo el herrialde hay unas 20.000 vacas lecheras. Es decir, en Noviercas se quiere instalar prácticamente el mismo número de cabezas que existen en toda Nafarroa. A solo 50 kilómetros de distancia. Por tanto, no es de extrañar que en el sector lácteo navarro exista preocupación por los efectos que pueda tener la macrogranja. Y no solo en Nafarroa, sino en una zona mucho más amplia.

Se estima que la producción de la macrogranja de Noviercas podría ser de 200.000 toneladas de leche al año. En Nafarroa, se recogen 241.700 toneladas al año, según datos del Gobierno de Iruñea.

Desde el sector ganadero explican a GARA que el sector de la producción de leche se caracteriza en la actualidad por la existencia de monopolios u oligopolios. Son las centrales lecheras las que fijan el precio. Y cada vez hay menos. Por ello, es imposible que los ganaderos puedan acudir a otra central en busca de unas mejores condiciones para su leche. En varias comarcas navarras solo hay una central que se encarga de recoger la leche, un producto que no se puede almacenar largo tiempo. «Hay que coger lo que te ofrecen, no hay más opción», señala un ganadero que prefiere no dar su nombre.

Asimismo, en el sector reconocen que existe atomización y que los responsables de las explotaciones se centran en sacar adelante su cabaña y tienen serias dificultades para articular una respuesta común y consensuada.

Junto a ello, en los últimos años se ha incrementado el poder de influencia de las grandes empresas de distribución, que han utilizado la leche a bajo precio como enganche para acudir a hacer la compra a los hipermercados. Tienen una gran capacidad de compra y tienen la posibilidad de influir en el precio, siempre a la baja, de la leche. Esta circunstancia tampoco ayuda a que el sector mejore en Nafarroa.

El envejecimiento de los titulares de las explotaciones es otro de los problemas que tiene el sector navarro de producción de leche. La edad media de los titulares supera los 55 años y hay serias dificultades para lograr un relevo generacional. Los productores señalan que es un trabajo duro. Lo definen hasta de «esclavo». No hay vacaciones, no hay días de fiesta. Hay que atender a las vacas todos los días. De este modo, ven comprensible que los jóvenes opten por trabajar en la industria, con horarios reglados y días libres.

Los ganaderos ponen sobre la mesa la cuestión del despoblamiento de los pueblos de amplias zonas de Nafarroa, en los que la producción de leche ha sido una de las pocas actividades económicas que han fijado población históricamente y que ha permitido que exista un tejido vivo. Si este sector desaparece, quedarían pueblos vacíos en varias zonas sin más atractivo que el del turismo en fines de semana o en épocas vacacionales.

¿Un globo sonda?

Varios productores consideran que los planes de Valle de Odieta en Noviercas son inviables y que, realmente, el proyecto soriano no es más que un globo sonda para ver cómo reaccionan las autoridades navarras. Esta cooperativa tiene en Caparroso una explotación de 3.600 vacas lecheras que quiere ampliar, pero no cuenta con los permisos correspondientes por cuestiones medioambientales. Por ello, habría optado por marcharse a Noviercas, donde la normativa parece ser menos exigente que en Nafarroa.

Según señalan varios productores, el objetivo de Valle de Odieta sería presionar al Gobierno navarro con la amenaza de la macrogranja de Noviercas para conseguir los permisos para ampliar sus instalaciones de Caparroso con una lectura menos restrictiva de las normas medioambientales en vigor.

Mientras tanto, desde Castilla también se han escuchado críticas a las facilidades que está teniendo el proyecto, en el que la falta de agua podría ser su talón de Aquiles.