GARA
CIUDAD DE MÉXICO-LA PAZ

Morales apela al diálogo pese a las masacres

El expresidente de Bolivia Evo Morales, derrocado por un golpe y exiliado en México, propuso «un gran diálogo nacional» a pesar de las muertes en la represión de las protestas y del racismo y fascismo del que acusó a los grupos que han tomado el poder. Morales dijo temer una guerra civil, mientras las nuevas autoridades amenazan con detenciones de diputados del MAS, el partido de Morales que pidió parar las masacres y una reunión al resto de formaciones.

Evo Morales, desde su exilio en México, ha apelado a «un gran diálogo nacional» con los partidos que perdieron las elecciones y que han tomado el poder tras el golpe de Estado, a pesar de las masacres y de las «actitudes racistas y fascistas» del nuevo poder surgido del golpe.

«No tengo otra alternativa que tener un gran diálogo nacional», señaló Morales en una entrevista a Efe, en la que dijo temer una guerra civil.

Y eso a pesar de denunciar que quienes perdieron las elecciones «pasaron del racismo al fascismo, y del fascismo al golpismo que estamos viendo en este momento».

«Las fuerzas Armadas y los policías que conspiraron y se amotinaron ahora están matando al pueblo», denunció.

Por ello, reconoció que dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS), ganador de los comicios, dudan y se plantean «cómo vamos a negociar con masacradores». «En cinco días son 23 muertos de bala. Ya no quieren diálogo. Estamos haciendo un esfuerzo para el diálogo, pero quienes vayan al diálogo pueden ser declarados como traidores», advirtió.

Precisamente, el nuevo Gobierno de facto anunció la creación de un «aparato especial de la Fiscalía» que va a comenzar hoy a ordenar la detención a diputados del MAS, a los que acusó de subversión y sedición.

Ante el hostigamiento, diputados del MAS pidieron el repliegue de las fuerzas armadas de las calles del país, «parar la masacre», y una reunión con los legisladores de otras agrupaciones para discutir las salidas a la crisis.

Morales subrayó que renunció a la Presidencia precisamente «para que no haya más agresiones a mis compañeros» y «evitar un baño de sangre, pero fue peor porque así es la derecha boliviana». Morales indica que el principal planteamiento del diálogo debe ser recuperar la democracia y apunta a la posibilidad de mediadores como el Estado español, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero o el expresidente uruguayo Pepe Múgica.

Además, denunció que la OEA, a la que ofreció la auditoría del proceso electoral, «tomó una posición política, y no técnica o jurídica» y se sumó al golpe de Estado.

Morales tiene claro que detrás del golpe en Bolivia hay intereses transnacionales y especialmente de Estados Unidos. «Algunos países exageradamente industrializados no nos perdonan que un país socialista pueda demostrar que con política de izquierdas hay futuro. Cuando hemos empezado programas de industrialización, esto no conviene a países como EEUU».