La cita es hoy a las 12.00. Cuando suenen las campanas del mediodía, el primer ministro francés, Edouard Philippe, tendrá en sus manos esa tarea, nunca fácil, de encontrar las palabras más oportunas para dar una mala noticia.

El doble periodo de concertación se ha saldado con un rédito más bien escaso, aunque los magos de la comunicación del Elíseo esperan que una vez que se conozca la reforma «en detalle», se atemperen los ánimos. Antes de que se produzca la comparecencia de Philippe, las previsiones más optimistas, en el campo gubernamental, confiaban ayer en que la CFDT, en el ámbito sindical, y la principal organización empresarial, Medef, se avengan a acompañar a Macron en esa travesía complicada que espera a su proyecto para implementar un único sistema de pensiones por puntos.

Manifestaciones y huelga

La jornada del 5 de diciembre marcó un indudable éxito para las formaciones sindicales opuestas a la reforma. La segunda cita movilizadora, celebrada ayer, obligará, sin duda, a revisar las cifras a la baja.

Los sindicatos cifraron, el 5D, en 1,5 millones el número de manifestantes en el conjunto hexagonal. Ayer tarde sus balances cifraban en 885.000 el número de personas que secundaron las movilizaciones para reclamar la retirada de un proyecto que hará desaparecer los 42 sistemas de pensiones, objetivo al que se aferra un gobierno que, con un país perturbado por las huelgas de transporte, podría avenirse hoy a modular los plazos.