GARA
WASHINGTON

Estados Unidos busca blindar ante cualquier polémica la firma del acuerdo comercial

En vísperas de la firma de la primera fase del acuerdo que busca cerrar un conflicto económico de escala global, la Casa Blanca salió al paso de los rumores sobre posibles cambios en la versión inglesa del tratado.

Estados Unidos y China firmarán mañana en Washington la primera fase del acuerdo comercial entre ambos países en los mismos términos pactados el pasado 13 de diciembre, fecha en la que ambos países anunciaron el fin de las hostilidades en la guerra comercial que mantenían, según confirmó ayer el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, desmintiendo así los rumores sobre potenciales cambios en la versión inglesa del tratado, que se habían difundido en los últimos días. «No se ha cambiado en la traducción. No sé de dónde salió el rumor», sostuvo Mnuchin en una entrevista con la cadena Fox News, recogida por Europa Press, en la que indicó que la versión en inglés del acuerdo con China será publicada esta semana.

De este modo, el secretario del Tesoro reiteró que el acuerdo de primera fase incluye el compromiso chino de adquirir productos agrícolas estadounidenses por importe de entre 40.000 y 50.000 millones de dólares (35.955 y 44.943 millones de euros), elevando el total de compras a EEUU de todas las categorías de productos en 200.000 millones de dólares (179.756 millones de euros) en dos años.

Tras casi 18 meses de guerra comercial, con la consiguiente escalada de aranceles, las dos partes anunciaron en diciembre que habían llegado a un acuerdo parcial que incluye la retirada progresiva de gravámenes y el aumento de las compras chinas de productos estadounidenses.

El viceministro chino de Comercio, Wang Shouwen, confirmó el jueves que la primera fase aborda temas como la transferencia de tecnología, la propiedad intelectual, la expansión del comercio y el establecimiento de mecanismos para la resolución de disputas, entre otros.

«Se trata de una gran oportunidad para nuestros agricultores», defendió Mnuchin, enfatizando que «se trata en realidad de una transacción histórica».

Entramos en año electoral

«No está absolutamente todo, pero habrá una segunda fase. Aunque en esta primera hemos logrado un compromiso extenso con China en cuestiones como tecnología, agricultura, servicios financieros, compras y se ha establecido, además, un mecanismo real de cumplimiento», añadió, consciente de la importancia que para el Gabinete de Donald Trump tiene que este acuerdo sea percibido como positivo, después del conflicto con el gigante asiático, que ha afectado a la economía global –el FMI rebajó la previsión de crecimiento de 2020 por la incertidumbre–, y en año electoral.

Con más serenidad parecen haberse tomado el encuentro sus interlocutores. Una delegación china, liderada por el vice primer ministro del país, Liu He, tenía previsto llegar ayer mismo a Washington, donde permanecerá hasta mañana para formalizar la firma de la primera fase del acuerdo.

«En respuesta a la invitación de Estados Unidos, Liu He, máximo responsable de la parte china en las negociaciones económicas, encabezará la delegación que visitará Washington entre los días 13 y 15 de este mes para firmar la primera fase del acuerdo comercial con EEUU», confirmó el jueves Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio, provocando el de alivio, no solo de la Casa Blanca sino también de Wall Street, donde el Dow Jones de Industriales subió un 0,76%, hasta un máximo histórico de los 28.963,43 enteros.

Y es que Trump, había anunciado el 31 de diciembre que firmaría el 15 de este mes la «muy grande y amplia» fase uno del acuerdo comercial con China en la Casa Blanca junto a «representantes de alto nivel» del país asiático, pero las negociaciones entre ambas partes han sufrido varios sobresaltos, con informaciones contradictorias y críticas veladas, desde que en octubre se anunció un principio de acuerdo, y en Washington no quieren que nada se les tuerza ahora.