Una de las decisiones del primer Consejo de Ministros del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos que tuvo lugar ayer, es decir, en la primera reunión oficial que hacía el Ejecutivo de Pedro Sánchez, fue plantear la inconstitucionalidad de la actualización del fuero navarro, aprobada en la anterior legislatura en el Parlamento de Iruñea por unanimidad. El objetivo de esa reforma era despojar al Código Civil navarro de los postulados franquistas y adecuarla a la realidad de la sociedad actual.

Es decir, la actual lehendakari y miembro del PSOE, María Chivite, votó a favor de esa reforma de la Compilación del Derecho Civil navarro cuando era solo parlamentaria. Lo hizo junto a Uxue Barkos. También de su consejero Manu Aierdi, representante del PNV en el anterior gobierno navarro y en este. También estaban allí los representantes de Podemos e Izquierda Unida, compañeros de quienes ayer plantearon en Madrid la inconstitucionalidad de varios puntos de la norma foral. Para sorpresa de algunos, también votaron a favor de esta reforma los ahora diputados en Madrid por parte de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero. Por supuesto, apoyaron la actualización del Derecho Civil navarro los representantes de EH Bildu, que además impulsaron la reforma. En definitiva, el apoyo a esta norma no podía ser más transversal. El ataque a la misma, por lo tanto, no puede ser más inoportuno.

Semejante ridículo afea los pactos de hace diez días. Sin ir más lejos, el segundo punto del pacto entre PNV y PSOE para apoyar a Pedro Sánchez reza así: «Mantener una comunicación fluida con el Gobierno vasco, en aras de evitar la judicialización de las discrepancias, que deben ser sustituidas por el acuerdo político». Empiezan bien. Unidas Podemos vuelve a mostrar que desconoce aquello que se sale del Madrid metropolitano. En realidad, el Gobierno español debería tomar la actualización del Código Civil navarro como ejemplo de reforma legal progresista y bien hecha.