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DERRUMBE DEL VERTEDERO DE ZALDIBAR

Un juzgado de Durango abre de oficio la vía penal por el derrumbe

Josu Erkoreka anunció ayer la apertura de diligencias previas por parte de un juzgado de Durango por el derrumbe en el vertedero en Zaldibar. Adelantó que Lakua se personará, pues tiene muchas «alegaciones que aportar» y culpa de todo a la empresa. EH Bildu, por su parte, urge a que Urkullu dé explicaciones tras la espantada de Arriola.

Los dos trabajadores llevan sepultados desde el jueves y la búsqueda sigue parada. El juez de guardia abrió diligencias previas por sendos delitos penal y medioambiental contra la empresa y Lakua avanzó que se personará en el caso abierto por el Juzgado de Instrucción Número 1 de Durango para que la Verter Recycling cargue con toda la responsabilidad. El portavoz de Lakua, Josu Erkoreka, responsabilizó a la empresa y eximió por completo a la Administración.

Dijo que no quería ser «estridente con los calificativos» y definió la actuación de la empresa que gestiona el vertedero como «manifiestamente mejorable».

Erkoreka sostuvo que la compañía no está colaborando como debe en los dos delitos que ya se están investigando. No colabora con las averiguaciones sobre el fallecimiento de los trabajadores y tampoco da detalles de la afección al medio ambiente. El portavoz afirmó que Verter Recycling está dando una respuesta «insatisfactoria» o «insuficiente».

Lakua defendió que la pelota está hoy en el tejado de Verter Recycling, después de que el Gobierno le haya dado el plazo de una semana para fijar un «plan de actuación», que debe de contemplar «el daño hecho» y un plan de vigilancia ambiental. En caso de que no cumpliera en el plazo de siete días, Lakua abriría una «ejecución forzosa», imponiendo multas y sanciones a esta sociedad limitada.

Sin embargo, no solo es el papel de la empresa responsable del vertedero colapsado el que está en entredicho. Después del envío de efectivos de emergencias sin protecciones contra el amianto, las disfunciones en la respuesta de la Administración quedaron ayer otra vez patentes.

El Departamento de Salud difundió a las diez de la mañana un aviso, según el cual se podía beber agua «con total seguridad» en Zaldibar, Ermua y Eibar. Dicha nota apuntaba a un control exhaustivo de los indicadores de la calidad del agua y el aire, al que se están realizando dos muestreos diarios. Los análisis del aire debido al humo es una tarea compartida por Salud y la Viceconsejería de Medio Ambiente.

«Los datos de los muestreos realizados ofrecen un perfil estable y se encuentran en los valores habituales de los entornos urbanos de la Comunidad Autónoma Vasca», notificó Medio Ambiente en referencia al análisis del aire realizado ayer.

Unas dos horas después del aviso de que el agua era potable, los vecinos del barrio de Eitzaga, en el mismo Zaldibar, recibieron una advertencia de los técnicos municipales para que no bebieran agua de pozos privados. Esta noticia, sin embargo, no fue amplificada por los principales medios de comunicación. Una información posterior ampliaba el bando municipal a los baserris de los barrios de Sallabente y Olareraga de la misma localidad.

A lo largo de la tarde, los vecinos mantuvieron un encuentro con el subdirector de Salud Pública y Adicciones del Gobierno de Lakua en Bizkaia, Joseba Bidaurrazaga, así como con técnicos del área para resolver dudas.

Cabe precisar, por otra parte, que no todas las localidades cercanas recogen el agua del mismo punto. Así, Eibar y Ermua reciben el agua recogida en el embalse de Aixola, que si bien es el más cercano físicamente al vertedero donde colapsaron los residuos con amianto, se encuentra en la vertiente de agua opuesta. La Agencia Vasca del Agua URA descarta por ello cualquier impacto en Aixola.

Por su parte, Zaldibar se engloba dentro del Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia, donde según el aviso de Lakua «no se había detectado ninguna afección». Este pronunciamiento oficial de ausencia de problemas sanitarios llegó antes del aviso sobre los pozos particulares de los citados barrios y no hubo corrección.

Arriola y el refugio electoral

En la rueda de prensa de la mañana, Erkoreka también fue preguntado sobre una eventual comparecencia del lehendakari Urkullu en el Parlamento para dar explicaciones sobre cómo pudo haber semejante fallo de seguridad, ya que se había reclamado su presencia por parte de otras formaciones. El portavoz dejó la comparecencia de Urkullu en el aire, refugiándose en que la convocatoria de elecciones del lunes implica también la disolución de la Cámara. En cualquier caso, Erkoreka aseguró que en caso de recibir una petición formal tendría que valorarse la pertinencia o no de acudir.

Poco tuvo que esperar Lakua a la formalización del requerimiento. EH Bildu presentó la petición de comparecencia ante la Diputación Permanente. La coalición soberanista entiende que el adelanto electoral de ningún modo puede convertirse en «la vía de escape para eludir responsabilidades en el desastre del vertedero de Zaldibar».

EH Bildu sostiene que, cada día que pasa, se hace más patente que se ha producido una dejación de funciones. «Lo ocurrido en Zaldibar no ha sido una catástrofe natural, sino el resultado del incumplimiento de la normativa medioambiental por parte de la empresa propietaria y de la falta de control del Ejecutivo PNV-PSE, que ha tolerado la actividad del vertedero a sabiendas de que no cumplía debidamente la normativa», indicó.

No es Urkullu el único que se parapeta tras el adelanto electoral. El episodio más llamativo ha sido el protagonizado por del consejero de Medio Ambiente, Iñaki Arriola, que se presentó voluntario para dar explicaciones este mismo lunes. Sin embargo, cuando se le brindó la posibilidad de acudir a la comisión que se celebraba ese mismo día (última ocasión posible debido al adelanto electoral) renunció a acudir, evidenciando la falsedad de su primer ofrecimiento.

EH Bildu entiende que no se puede –como trató de hacer Erkoreka– volcar toda la responsabilidad en Verter Recycling. Según señaló en una nota, Lakua sabía desde hace meses del incumplimiento de la normativa y las «graves irregularidades» que se estaban produciendo en el vertedero. Y, pese a ello, no aplicó ninguna medida. Hay, cuanto menos, una «dejación de funciones». Y esto requiere una asunción de responsabilidades «inmediata».