Raimundo Fitero
DE REOJO

Consumado

El Mobile Word Congress de Barcelona ha sido suspendido con lo que ha consumado de manera brusca el deseo explícito de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que amenazó en hacer todo lo posible para llevarse ese encuentro de las últimas novedades tecnológicas en el campo de la comunicación a su feudo madrileño. Lo cierto es que en próximas fechas se van a celebrar ferias y congresos en Europa con la participación de muchas de las mismas marcas y empresas que han decidido no ir a Barcelona debido al virus que se ha convertido en un arma de destrucción económica masiva. Las explicaciones no parecen suficientes. Tanto el virus, como sus repercusiones, empiezan a tener tintes sospechosos de manipulación y utilización que roza lo político. Puede todavía suceder algo importante y es que, con otro formato, otro nombre, utilizando una parte de las dependencias ya alquiladas, las empresas chinas que ya habían mandado a sus trabajadores y directivos a Barcelona para pasar la cuarentena recomendada, decidan presentar las novedades que tenían preparadas y que eso genere una guerra comercial nueva, o una batalla de la misma guerra virulenta que se está librando en todos los frentes. Si las firmas chinas presentan en Barcelona, se revientan muchos globos y se entra en otra fase de esta situación tan extraña y donde alguien ha dicho que el miedo ha ganado a la ciencia, y es que el miedo utilizado de manera calculada tiene un poder descomunal.

Entendiendo que esta suspensión del MWC tenga unas consecuencias económicas dolosas para varios sectores, las cifras que se barajan empiezan a ser desorbitadas, además de que se ha creado una rara situación en la que una declaración sanitaria puede hacer que las aseguradoras deban pagar ingentes cantidades de dinero. Atentos a la jugada.