Joseba ITURRIA
COPA - IDA DE SEMIFINALES

El Mirandés demuestra que la final de Sevilla no será sencilla

Los goles de Oyarzabal y Odegaard permiten acudir con ventaja a Anduva, pero el de Matheus dejó a los burgaleses muy satisfechos.

REAL SOCIEDAD 2

CLUB. DEP. MIRANDÉS 1


La Real afrontará la vuelta de las semifinales de Copa en Anduva el 4 de marzo con un gol de ventaja después de un partido en el que el Mirandés jugó como un equipo de Primera y demostró que la eliminación de Celta, Sevilla y Villarreal no fueron fruto solo de jugar en su campo. En Anoeta también fue capaz de plantar cara a los de Imanol a pesar de la ayuda que supuso para la Real contar con un campo que registró la segunda mejor entrada de su historia tras la del derbi. Si alguien daba por segura la final con el sorteo y que se podía sentenciar la eliminatoria en la ida se equivocaba.

Anoeta vivió una noche especial desde horas antes del inicio del encuentro porque millares de aficionados se acercaron a la avenida de Madrid y la colapsaron para recibir a su equipo entre bengalas y gritos de apoyo para que sus jugadores sintieran que les iban a llevar en volandas, no ya al campo, sino hasta la final de Sevilla.

Pero si algo dejó claro el partido de ayer es que no se puede dar por segura la final sin jugar la semifinal. El resultado fue justo para los méritos de los dos equipos y la Real tendrá que dar su mejor versión en Anduva para poder jugar en La Cartuja.

Imanol presentó su mejor once con la presencia de Portu por vez primera como titular en un partido de Copa en la posición en la que en las anteriores eliminatorias habían jugado Barrenetxea y Januzaj. El juvenil causó baja por una pequeña rotura fibrilar en el biceps femoral izquierdo en el último entrenamiento y fue sustituido en la convocatoria por el extremo del Sanse Nais Djouahra. Tampoco Diego Llorente y Zurutuza se vistieron pese a empezar a entrenarse con sus compañeros.

También Andoni Iraola alineó a todos sus titulares incluido al realista Jon Guridi, al que solía dar descanso en la Copa. El Mirandés confirmó que no iba a ser un rival fácil a pesar de verse en desventaja en el minuto 9 por un penalti de Odei a Portu transformado por Oyarzabal en el primer acercamiento realista.

El cuadro burgalés jugó muy bien y empató en una jugada en la que Malsa, la sombra de Odegaard, robó el balón el noruego y asistió a Matheus para aumentar su racha goleadora en la Copa. La Real y Odegaard reaccionaron rápido en una jugada en la que él y Portu pusieron a prueba a Limones antes de que el noruego consiguiera devolver la delantera a su equipo tras un primer tiempo en el que se vio la calidad realista, que con dos llegadas al área le bastó para marcar dos goles, pero también que el Mirandés tampoco necesita mucho para ver portería.

Segundo tiempo sin goles

En el segundo tiempo no mostraron el mismo acierto. Portu pudo marcar el tercero nada más iniciado el segundo tiempo, pero su disparo lo despejó Limones. También Sánchez puso a prueba a Remiro desde fuera del área y el Mirandés siguió con su buen partido, lo que llevó a Imanol a realizar un doble cambio al dar entrada a Willian José por Isak, que no estuvo tan acertado como en anteriores partidos, y a Guevara por Aritz Elustondo para colocar de central a Zubeldia.

Andoni Iraola dio entrada a Marcos Andre como delantero, pero el Mirandés daba por bueno el resultado y su portero Limones perdía todo el tiempo que podía con la mente puesta en la vuelta de Anduva.

Imanol agotó sus cambios con la entrada de Januzaj por Portu, pero la Real apenas fue capaz de crear ocasiones en los últimos minutos a un rival que se sintió cómodo. En ningún momento le pudo la presión y logró su objetivo de llegar vivo al partido de vuelta, en el que le vale un 1-0 para pasar a la final. Tampoco la Real puede dar por mala una victoria porque tiene tanta calidad que es difícil pensar que no marque uno o más goles.

Pero el partido de ayer y el «sí se puede» con el que despidió la afición del Mirandés a sus jugadores tras el partido demuestra que la final de Sevilla no será sencilla, aunque la Real seguro que tendrá el apoyo de sus aficionados en Anduva para conseguirlo. Además tendrá tres semanas con solo un partido para recuperar la frescura que ayer faltó a los blanquiazules.