De nuevo nos encontramos con una producción de Blumhouse, la cual no pasa de la barrera de los cinco millones de dólares de presupuesto. Jason Blum ha contado aquí con la implicación personal como productor del actor estelar David Oyelowo, convencido de la rentabilidad de un thriller fantástico que introduce elementos sobrenaturales o de ciencia-ficción dentro de una trama policiaca, lo cual siempre suele resultar efectivo y entretenido para el espectador menos exigente. Llegados a este punto conviene precisar que el guion, coescrito por el propio realizador Jacob Estes –que antes había dirigido “Mean Creek” (2004) y “The Details” (2011)–, se permite toda clase de licencias e inverosimilitudes con tal de hacer que las piezas del puzzle espaciotemporal encajen, algo que no contentará al público más escéptico.

La actuación de Oyelowo cumple con creces desde el punto de vista dramático, si bien su personaje se ve sometido a los vaivenes del caprichoso argumento. La réplica se la da la actriz infantil Storm Reid, que interpreta a la sobrina favorita del protagonista, y entre ambos surge una corriente de afectividad que acaba siendo lo más creíble y emotivo de la película.

Oyelowo es el detective Jack Radcliff, que se verá sacudido por la noticia de la trágica muerte de toda su familia a manos de un asesino cuando recibe la llamada imposible de su sobrina, que se encontraba entre las víctimas. Antes de volverse loco, intentará evitar la matanza en una nueva cuenta atrás.