Ibai AZPARREN
IRUÑEA
Entrevue
IñIGO MIJANGOS
PRESIDENTE DE SALVAMENTO MARÍTIMO HUMANITARIO

«El actual Gobierno italiano es mucho más razonable que el de Salvini»

Ante la crisis humanitaria que se generó en el mar Egeo (Grecia) en noviembre de 2015, varias personas vinculadas a las emergencias crearon la asociación Salvamento Marítimo Humanitario para asistir a personas que no encuentran otra salida que arriesgar su vida cruzando el mar. En octubre de 2019 partieron de Pasaia en el Aita Mari, el atunero vasco reconvertido en barco de rescate.

El barco humanitario Aita Mari, con 158 personas a bordo, entre quienes se encuentran 51 menores y 3 mujeres embarazadas, desembarcó el jueves a primera hora de la mañana en el puerto siciliano de Messina. Desde allí y, tras pasar un par de días con fiebre, atiende por teléfono a GARA Iñigo Mijangos.

¿Cómo fue el rescate y el posterior desembarco?

En principio, las condiciones climáticas estaban bien, no había mucho problema; estaba anunciado que vendría un temporal de viento y ola, pero fue bien. Al margen de la embarcación, los botes estaban saturados de personas y, sobre todo el de goma, que colapsó. El de madera corría peligro de que se diera la vuelta. Finalmente, el desembarco llegó a tiempo. Tardamos en hacer la revisión médica, pero tanto Cruz Roja como protección civil han colaborado mucho.

¿Qué sintieron las personas rescatadas?¿Cuál es su situación en este momento?

Cuando les informamos que íbamos a tocar tierra en Messina, para ellos fue un alivio, porque su obsesión era no retornar a Libia. Se sorprendieron de lo que se tardaba en llegar y creían que las condiciones iban a ser peores para alcanzar el puerto. Estaban todos muy cansados. La Policía y el personal sanitario se acercaron hasta aquí para realizar reconocimientos médicos y ahora se encuentran en el centro de registro.

¿Cómo valora Salvamento Marítimo la respuesta del Gobierno italiano?, ¿han notado cambios en cuanto a la política de acogida respecto al Gobierno en el que estaba Salvini?

Es obvio, el Gobierno actual es mucho más razonable en ese sentido. Existe un procedimiento para solicitar el puerto de desembarco, y nos pusimos en contacto con el centro de coordinación en España. Los plazos fueron razonables. Sin embargo, como nos pasa allí, los requerimientos hacia nosotros son muy estrictos. Nos solicitan certificados, condiciones sanitarias del buque y muchos aspectos que ya tenemos en regla. Se nos marca muy en corto, nos hacen inspecciones en profundidad, pero es lo que hay, ya sabemos que tenemos que tener en regla hasta el último extintor.

¿Cuáles van a ser los próximos pasos del Aita Mari?

Nos dirigimos a Siracusa, al puerto base. El barco se quedara allí alrededor de 20 días para que la tripulación pueda descansar. Se queda una tripulación auxiliar. El Aita Mari necesita las labores básicas de mantenimiento, de pintura, de cambios de filtros. Dentro de 20 días, volveremos a navegar.