Txisko FERNÁNDEZ
DONOSTIA

La «epidemia del miedo» marca las previsiones económicas globales

Más allá de la suspensión de un evento con tanta proyección internacional como el MWC de Barcelona, el nuevo coronavirus (covid19) está haciendo bascular las previsiones macroeconómicas. El frenazo de la producción en China, motivado por medidas sanitarias preventivas, está repercutiendo a nivel global.

Tras la suspensión por parte de GSMA, la patronal mundial del sector, del Mobile World Congress que debía celebrar su edición anual en Barcelona del 24 al 27 de febrero, el presidente catalán, Quim Torra, responsabilizó de la decisión «a la epidemia del miedo, que la desinformación ha extendido por todas partes». De esta forma se hacía eco del temor expresado anteriormente, casi con las mismas palabras, por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Paradójicamente, la GSMA contribuyó a esa “epidemia desinformativa” cuando, al explicar los motivos de la decisión adoptada el jueves, su consejero delegado, John Hoffman afirmó: «No se trata de nada en contra de Barcelona o España. Se trata de la explosión de una enfermedad. La gente está falleciendo globalmente».

Está constatado que en China han fallecido al menos 1.500 personas por el covid-19, pero hasta ese día en el resto del mundo solo se había registrado un caso mortal: en Filipinas. Hasta ayer se han sumado otros dos: uno en Japón y otro en París; este último se trata de un turista chino de 80 años proveniente de la región de Hubei.

Demanda de petróleo

Lo que resulta evidente es que este coronavirus ha afectado notablemente a la producción manufacturera en China –prolongación de las vacaciones del año nuevo lunar, cierre de plantas de empresas extranjeras y nacionales...–, así como a los intercambios comerciales. Y siendo esta la segunda potencia económica mundial, es inevitable que tenga un efecto cascada por todo el planeta.

Esto ha sido constatado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que en su último boletín mensual indicaba que la epidemia del coronavirus y su impacto sobre la economía china son las principales causas del retroceso de 435.000 barriles en la demanda diaria de petróleo en el primer trimestre de 2020, la primera caída del consumo mundial de crudo desde la Gran Recesión en 2009.

Además, la AIE –agencia adscrita a la OCDE– subraya que China ha cambiado enormemente desde la epidemia del SARS (síndrome respiratorio agudo y grave) de 2003 y en la actualidad es un actor clave en las cadenas de suministro globales, así como en el número de viajeros que entran y salen del país, lo que eleva el riesgo de propagación del virus.

Por otro lado, el impacto del covid-19 ya ha sido profundo en los precios del crudo, con una caída aproximada del 20%, unos 10 dólares, en el precio del barril de Brent, que ha caído hasta menos de 55 dólares. «Antes de que apareciera covid-19, el mercado ya estaba nervioso en previsión de un exceso de suministro de 1 mb/d en el primer semestre de 2020 debido a la continua expansión en los EEUU, Brasil, Canadá y Noruega», puntualiza la AIE, para la que, incluso, amenazas para la seguridad del suministro como las tensiones en Irak o la caída de producción en Libia tuvieron poco impacto en los precios.

A distintas escalas

También se están haciendo previsiones a escala más reducida. Así, el ministro galo de Economía, Bruno Le Maire, señaló que el covid-19 podría costar un 0,1% al crecimiento de la economía francesa en 2020. «Nuestro cálculo es que el impacto sobre el crecimiento chino será del orden de un punto», añadió.

Volviendo al Lejano Oriente, el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, afirmó que este brote de coronavirus ya ha tenido un impacto mayor en la economía de esta ciudad-estado que el que tuvo en 2003 el SARS, al tiempo que alertó de la posibilidad de entrar en recesión.

Mientras, el Banco Popular de China (BPC, central) indicó el viernes que confía en «mantener la inercia positiva del desarrollo económico estable y a largo plazo» pese a la actual crisis del covid-19, que todavía no ha permitido al país retomar su actividad económica habitual.

En una entrevista con el diario económico “Yicai”, el vicegobernador del BPC, Chen Yulu, afirmó que la principal tarea es «aumentar el apoyo financiero a Hubei (la provincia donde surgió el brote) y a otras áreas fuertemente afectadas».

Por su parte, la BBC se hacía eco de un informe de la consultora Oxford Economics que predice que la economía china crecerá menos del 4% en el primer trimestre de este año respecto al mismo periodo de 2019. Para todo el año, el pronóstico es un crecimiento promedio de 5,6%. El pronóstico anterior al virus era del 6% en ambos casos.

Y calcula que la economía mundial sufrirá una reducción de 0,2 puntos porcentuales como consecuencia del covid-19.