El Athletic buscará el billete a su tercera final de Copa en Las Gaunas el próximo 17 o 18 de marzo. Las rojiblancas tendrán que viajar esta vez, aunque bien cerquita, pero sobre todo evitan el rival que nadie quería: un Barcelona al que ya solo podrán enfrentarse en una hipotética final. Ayer, coincidiendo con el sorteo de semifinales, se confirmó que se disputará en La Rosaleda el 31 de mayo.

Para jugar en el campo malacitano, el Athletic deberá superar antes al EDF Logroño, en un encuentro sin precedentes en Copa y muy poquitos en Liga, no en vano las riojanas llegaron a Primera la temporada pasada. De momento, sus tres enfrentamientos se saldan con pleno de victorias para el Athletic. Será la quinta semifinal para el equipo vizcaino, que llega tras eliminar a UDG y Madrid, y la primera para el EDF, que en octavos se impuso en su visita al Espanyol y esta semana eliminaba al Betis en Las Gaunas.

Joseba Agirre, representante del Athletic en el sorteo, reconocía que este «es un título que no tenemos, nos ha dado la espalda hasta ahora y sería un honor poder estrenar ese casillero» y aseguraba que «a estas alturas todos los rivales son difíciles». Aunque difícilmente disimulaba su alivio.

Y es que, efectivamente, todos los rivales son difíciles. Pero algunos más que otros y ninguno lo parece tanto como el Barcelona, por mucho que el equipo culé –verdugo del Athletic en la final de 2012– tuviera que esperar hasta el último minuto de la prórroga para apear al Deportivo por la mínima en cuartos de final, tras haber goleado al Sporting en la primera eliminatoria. El equipo catalán, además, volverá a ejercer de anfitrión en semifinales. Esta vez recibirá a un Sevilla que repite presencia en semifinales tras haber caído la temporada pasada en Anoeta y que llega tras celebrar dos victorias contundentes ante Levante y Madrid.