Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

El oasis... ¡patas arriba!

Apenas ha bastado un mes para que el «oasis vasco» desaparezca de la verdad virtual que han creado el Gobierno Vasco, el empresariado y los medios afines, incluida la ETB. Quince trabajadores muertos en menos de tres meses, la tragedia ambiental y humana del vertedero de Zaldibar y la llegada imprevista del coronavirus han dejado al descubierto las indiscutibles mentiras de ese «oasis». Sobre todo, en lo que se refiere al mito de la «buena gestión» del PNV, cuya mejor cualidad consiste en abandonar el sector público en manos privadas. Una política que Lakua compagina muy bien con la de recortar partidas económicas en educación y sanidad para vaciarlas de recursos y calidad; o la de servicios sociales, donde hoy la privatización es la reina de los negocios más rentables. En este estado de cosas, el coronavirus nos ha traído a un punto de inflexión que deja al sistema y al «oasis», una vez más, patas arriba. En solo una década, el stablishment ha originado tres crisis. Una financiera y sistémica, otra migratoria que aun continúa y, ésta, la sanitaria, cuya sombra se alarga en una recesión social y económica que puede ser imprevisible, si como decía J. Fontana, no nos organizamos para «inventar un mundo nuevo que pueda ir reemplazando al actual» y, de paso, también al «oasis» y a quien lo gestiona.