Agustín GOIKOETXEA
bilbo

Pensionistas arropan a quienes luchan para superar la pandemia

No pudo ser en las calles, ahora desiertas por el estado de alarma en que vivimos, pero el movimiento de pensionistas mantiene su lucha. Ayer, salieron a ventanas y balcones para apoyar a quienes están poniendo en riesgo su vida para lograr superar la pandemia del Covid-19.

La defensa de lo público ha sido santo y seña del movimiento de pensionistas en Euskal Herria. A pesar de que mantienen un estricto confinamiento, ayer salieron a ventanas y balcones de sus hogares –con sus pañoletas rojas o fucsias, dependiendo del territorio– para solidarizarse con todas las personas que están sufriendo los efectos de la pandemia, especialmente en la soledad de sus casas o en residencias. «Tenemos necesidades y reivindicaciones urgentes que es imprescindible atender si queremos salir de la actual situación», plantearon.

No olvidan su pelea por un sistema público de pensiones. Esa lucha es la que les lleva a estar junto a todas las personas que en la sanidad, los servicios sociosanitarios y otros esenciales «ponen en riesgo su vida» para superar la crisis provocada por el Covid-19.

Estiman que las prioridades son la vida, la salud y las personas. «Nadie debe morir por que los recursos necesarios para ellos no llegan a tiempo. La sanidad y la atención a la dependencia no pueden ser negocio para nadie», defienden. Por ello, consideran que la economía debe «satisfacer las necesidades colectivas y personales, y no el enriquecimiento de unos pocos».

Los pensionistas sostienen que instituciones públicas y gobiernos deben de tener como «prioridad», a través del reparto equitativo de la riqueza y servicios públicos universales y de calidad, garantizar los derechos básicos de la ciudadanía; derecho a la salud a la atención a la dependencia y a disponer de ingresos de suficiencia para acceder a unas condiciones de vida dignas, entre otros. «Esta crisis no puede ser resuelta con pérdida de ingresos salariales y recortes en prestaciones y servicios», exponen.

«Los gobiernos deben adoptar las decisiones políticas y económicas necesarias para que en la crisis y tras ella todas las personas puedan acceder a unas condiciones de vida dignas mediante el empleo de calidad, pensiones dignas, servicios públicos universales y prestaciones suficientes», añadieron las plataformas de pensionistas de Araba y Bizkaia.

Cacerolada a las 20.30

Como prolongación del lunes, día marcado en rojo en el calendario reivindicativo del movimiento, desde la asociación de jubilados y pensionistas de Gipuzkoa, Duintasuna, llaman hoy a sumarse a una cacerolada, a las 20.30, por la defensa de una «sanidad pública», remarcando que «la sanidad no se vende, se defiende». Se trata, así lo explicaron en un comunicado, de denunciar en el Día Mundial de la Salud la privatización de la sanidad, así como los recortes llevados a cabo, abogando por una sanidad pública «de calidad y universal».

Duintasuna considera que la pandemia del Covid-19 «ha sacado a la luz» las carencias de las residencias en Gipuzkoa y ha añadido «dificultad» a la hora de dar una respuesta eficaz en este momento «por las deficiencias anteriores», entre las que citaron «falta de recursos humanos sanitarios, de personal de cuidados y de atención a necesidades especiales».

Esta situación, según Duintasuna, «debería obligar» a la Diputación de Gipuzkoa a «pasar de las palabras», cuando afirma que «lo importante es la persona», a «los hechos». La asociación sostiene que el Covid-19 «debe servir para extraer enseñanzas y dejar de priorizar infraestructuras de gran coste económico sobre los derechos de las personas».

Agradecieron el «esfuerzo» que lleva a cabo el colectivo de trabajadores de las residencias, que han actuado «en muchos casos, sin material de protección, y en otros, quedándose a vivir con los residentes», afirmaron. En este sentido, reiteraron su apoyo a la lucha que han protagonizado las trabajadores con paros y huelgas para pedir mejoras en las condiciones laborales, que repercuten en el servicio que se presta.