Mikel INSAUSTI
PELÍCULAS PARA EL DESCONFINAMIENTO

Libre actualización del clásico de Molière

La avaricia es un antiguo defecto humano pero que va evolucionando al ritmo de los cambios económicos y, en la actualidad, los tacaños ya no tienen el aspecto de viejos usureros. Cuando Louis De Funès adaptó junto a Jean Girault “El avaro” (1980) fue fiel a Molière y su época, por lo que Fred Cavayé se las ha tenido que ingeniar para imaginar a un ahorrador compulsivo de nuestros tiempos. Y la caricatura resultante no puede ser más lograda, hasta el punto de que cada espectador y cada espectadora reconocerán esa figura, asociándola con alguna persona de su entorno más cercano.

El miserable Gautier se nos hace muy familiar, gracias al acierto interpretativo de Dany Boon, que se ha trabajado el personaje más de lo habitual, incluso a la hora de dominar la técnica interpretativa del violín, ya que don tacañón trabaja en una orquesta sinfónica. Cuando una compañera violonchelista se le acerca empiezan los problemas, debido a que Gautier no puede controlar su enfermedad y su egoísmo le condena a la soledad.