Koldo Campos
Escritor
AZKEN PUNTUA

Un abrazo

La historia de la humanidad comenzó con un abrazo. Así fuera cósmico o divino, hubo un abrazo. Abrazarnos fue el primer acto de inteligencia y de amor del que participamos. Mucho antes de que los seres humanos descubrieran el fuego, tallaran la piedra o subastaran al mejor postor mascarillas sanitarias en la Bolsa, hubo un abrazo que dio inicio a la vida. El mismo abrazo que nos ha sostenido a lo largo de la historia, que nos ha rescatado de pestes, de guerras, de hambrunas… en las que nunca faltó el abrazo.

Cuesta entender que se haya proscrito el abrazo, la mano, el beso, el simple amable gesto de acercarte así se nos insista en que solo por un tiempo, pero pesa y, además, duele, porque mientras tanto la desescalada inaugura terrazas, libera comercios y negocios, van cayendo las fases, las franjas horarias, los transeúntes vuelven a las calles, puedes hacer deporte, se reabren las grandes superficies, vuelve por fin la liga en primera y en segunda, se anuncia la llegada inminente de turistas, hay mucha gente en las playas y muchos fachas en las calles, y muchos feligreses en los templos porque han reabierto sus puertas las iglesias, los museos, las bibliotecas, también los aeropuertos… Al final, nadie va a echar en falta dos olvidos. Uno será el abrazo. El otro, las residencias.

(Preso politikoak aske)