Arnaitz GORRITI
KIROLBET BASKONIA EN LA FINAL DE LA LIGA ACB

Todas las Ligas ACB del Baskonia han llegado no siendo el favorito

Entre los ánimos eufóricos y la contención previa a la final de esta noche a las 20.00, Kirolbet Baskonia está ante una oportunidad inesperada, pero al mismo tiempo buscada y fomentada por Dusko Ivanovic, el principal responsable del renacimiento de un club que languidecía en diciembre y que ahora mira al Barça como quien asalta una cumbre.

Que haya habido solo dos equipos con entrenadores balcánicos en liza y que estos dos hayan llegado a la finalísima vuelve a disparar el champán de la escuela yugoslava como la férrea, disciplinada y genial que es la que garantiza títulos. Pero pocos advertían en la previa a la finalísima, que tanto Svetislav Pesic como Dusko Ivanovic superan ampliamente los 60 años, Pesic incluso los 70. Es decir, que de fases finales, situaciones tensas y partidos a cara de perro saben más que nadie, y que el diablo sabe más por viejo que por serbio o montenegrino.

Todo ello viene a cuento de la anécdota de cómo el señor Pesic rompía el protocolo de la foto con el trofeo, clásico posado de los entrenadores y los capitanes en la víspera de la final de la Liga ACB, toqueteándolo contra toda superstición, e instando a Ivanovic a hacer lo propio. «Tócalo un poco porque más tarde... no se sabe», a lo cual el técnico baskonista respondía con una sonrisa y su innata clase. «Ya veremos», le respondía.

Una sonrisa y una clase que esconden una mentalidad irreductible. Porque si hay algo que está claro de lo que va a pasar esta noche a partir de las 20.00 es que Kirolbet Baskonia no va a perder esta final; a lo sumo, lo tendrá que ganar el Barça, y más de una vez quizá. Y es que este éxito gasteiztarra es fruto de esa mentalidad de hierro. Los fallos de Unicaja y Valencia Basket, derivados de que los gasteiztarras los llevaran al límite, han servido para estar en esta final a partido único y en campo neutral, cumpliendo así el vaticinio del propio Ivanovic cuando se conocía de lo irreversible de esta Fase Final de la campaña. «Si no creemos que podemos ganar esta Liga, perdemos el tiempo».

La víctima, casi siempre

No puede ser casualidad que las tres Ligas ACB conquistadas por Saski Baskonia –dos con Ivanovic, una con Neven Spahija– fueran siempre rompiendo el factor cancha, y rematando con el 0-3 a las primeras de cambio en el Buesa Arena.

Así lo vivió el Unicaja de Boza Maljkovic en 2002 y el Barça de Xavi Pascual en los años 2008 y 2010. Cierto es que los gasteiztarras suman cinco finales perdidas –ante Manresa en 1998, Real Madrid en 2005 y 2018, Unicaja en 2006 y Barça en 2009–, pero siempre, salvo en la final de 1998, partían como víctima, una circunstancia que volverá a repetirse esta noche.

Sabidas son las limitaciones baskonistas, así como el entusiasmo de su entrenador como puro instigador de algo parecido a un milagro. «Estoy disfrutando con este tipo de jugadores desde que llegué, a pesar de que no estaban en buen momento. Son buenos chicos y con ganas de hacer algo grande. Ahora tenemos la posibilidad de ganar la Liga. En la liguilla perdimos ante el Barça. Pero ahora, ya veremos...», advertía Ivanovic.

 

El físico, la mentalidad y el carácter definirán al campeón

No va más. En apenas dos semanas de baloncesto de muy buen nivel e intensidad creciente se ha dirimido que sean Barcelona y Kirolbet Baskonia los que luchen por la Liga ACB 2019/2020. Los gasteiztarras retornan a una final desde la que jugaron en 2018 con Pedro Martínez, mientras que los blaugranas esperan alzar su primer campeonato doméstico desde 2014.

Han sido dos semanas de mucho desgaste y ahí estará una de las claves para ver qué equipo se va a imponer. Sobre el papel, el Barça dispone de más recursos en ese aspecto, sobre todo cuando Pesic hace coincidir a Hanga, Higgins y Claver para ahogar la circulación rival, para luego apuntillar a sus rivales con los Tomic o Mirotic, como se vio en semifinales.

Pero aparte del físico, serán el carácter y la mentalidad los que definan al campeón. En ese sentido, Ivanovic advertía en la previa que «hemos hecho una preparación muy buena para este torneo y todo el mundo ha trabajado muy bien», subrayando que el equipo «cambió su mentalidad» después de su llegada en el pasado mes de diciembre.

Luca Vildoza, por su parte, añadía que «esto no es un regalo que nos cayó del cielo, trabajamos mucho para estar aquí y queremos ganar».

«Demostramos que si defendemos y corremos marcamos diferencias, así que no debemos respetar tanto al rival, sino saber que son un gran equipo, pero nosotros también», remachó el base argentino.A. G.