Con un considerable retraso se estrena por fin en nuestras salas la última creación del británico Jonathan Glazer, tras la cual ha permanecido ausente de los rodajes en un semiretiro al que parece que va a poner fin con su próximo proyecto “The Zone of Interest”, adaptación libre de la novela de Martin Amis sobre la vida en una campo de concentración nazi. Antes solo había hecho un par de largometrajes, concretamente “Sexy Beast” (2000) y “Reencarnación” (2004). A pesar de que no parece mucho bagaje se ha convertido en un cineasta de culto, sobre todo gracias a “Under the Skin” (2013) y el sector de la crítica que la apoya y defiende de forma incondicional.

Sus valedores piensan que es la obra de ciencia-ficción existencial más visionaria contemplada jamás, mientras que sus detractores afirman que es un trabajo vacío y sin alma. Bien mirado, ambas posturas tal vez no estén tan en contradicción, pues al fin y a la postre se trata de una exploración de la naturaleza humana. El punto de vista utilizado es el de un ente alienígena que se introduce en el cuerpo de una mujer, que resulta ser el de Scarlett Johansson. Recuerda a la película de Nicolas Roeg protagonizada por Bowie.