I.S.-I.B.
GASTEIZ

Lakua amenaza a quienes no van a poder votar por su falta de previsión

El Gobierno de Lakua, tras recibir el visto bueno de la Junta Electoral, insistió ayer en que las personas que hayan dado positivo en un test de coronavirus no van a poder ejercer hoy su derecho al voto. Y si algún afectado está tentado de ir a votar, desde el Ejecutivo advirtieron de que podría incurrir en un delito contra la salud pública. «Las personas que son positivas tienen restringida la movilidad y está bajo su responsabilidad cumplir con esa obligatoriedad», indicó la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, quien esgrimió la Ley de Salud Pública para sostener el veto electoral.

Beltrán de Heredia compareció junto a la consejera de Salud, Nekane Murga, para dar detalles sobre la cita electoral, una rueda de prensa en la que se volvieron a referir a la situación de las personas con covid-19 activo, que cifraron en 161, no todas integrantes del censo electoral. Al respecto, indicaron que los afectados no tienen limitado el derecho a voto, pero sí restringida la movilidad por razones sanitarias, por lo que no pueden acudir a las urnas. Y si lo hacen, insistió la titular de Seguridad, «cometerían un delito».

En este sentido, llama la atención que quienes tenían que haber articulado, y no lo han hecho, medidas para garantizar el derecho al voto de los ciudadanos y ciudadanas afectados por una pandemia que venimos sufriendo desde hace cuatro meses, apelen a la amenaza para garantizar que nadie vulnera la cuarentena, y no al sentido común y la responsabilidad que han imperado entre la ciudadanía durante el confinamiento.

Murga, por su parte, dijo que no van a «pasar lista», pero anunció que se van a poner en contacto con las personas «implicadas» para que «conozcan de antemano la gravedad que supone para la salud pública saltarse esta indicación».

Podía hacerse telemáticamente

La consejera de Seguridad volvió a insistir en que no existe alternativa para que las personas afectadas acaben pudiendo votar. «La ley no contempla, ni la Junta Electoral ha contemplado la posibilidad de posponer la materialización del voto para las personas que por enfermedad o por razones sobrevenidas no puedan hacerlo de forma presencial», apuntó. Sin embargo, según informó “El Correo”, la Junta Electoral Central dirigió el jueves un escrito a Lakua en el que le recordaba que «no ha puesto ni ha dejado de poner objeciones» a la utilización de medios telemáticos para que las personas contagiadas pudieran ejercer su derecho a voto. Opciones, por tanto, sí que había.

 

«Es vergonzoso convocar elecciones sin darnos alternativas»

Maite Leturia, una de las afectadas por el brote de Ordizia, explicó ayer a NAIZ que lleva ya una decena de días aislada en su habitación, donde se recupera «bien» de la enfermedad, pero sin ocultar su enfado por no poder votar en las elecciones de hoy. Su caso tiene algo de particular, ya que para asegurarse el ejercicio del voto había pedido votar anticipadamente por correo. «El problema es que cuando vinieron con todas las papeletas yo ya estaba aislada en mi cuarto, así que no pude dar el voto por correo», relata. ««No he podido votar por estar convaleciente», se lamenta Leturia, que considera «vergonzoso» que no hayan tomado ninguna medida alternativa para garantizar el derecho al sufragio. «Es una vergüenza que hayan convocado las elecciones sin pensar en ninguna alternativa para la gente que no puede salir de casa, sabiendo que pasaría», añade.La joven, de hecho, se había quejado ante la Junta Electoral, pidiendo que no vulneren su derecho a voto y reclamando alguna fórmula para ejercerlo, pero ese órgano avaló ayer la decisión de Lakua de vetarla a ella y a más de 160 personas.Leturia se declara atónita ante el hecho de que «quienes organizan esto no pongan recursos suficientes» y considera «una falta de responsabilidad el no haber pensado en alternativas». Asimismo, cree arbitrario que si das negativo en la PCR, puedas ir a votar: «Eso no garantiza nada, porque igual estás desarrollando la enfermedad en ese momento», concluye. Beñat ZALDUA