El Ibex frenó el desplome de la semana pasada girando al alza a media mañana para acabar cerca de los 7.000 puntos. En algunos momentos se pudo pensar en un nuevo batacazo, dado que el resto de índices europeos se movía en verde y el Ibex, muy negativo, llegó a tocar en la primera hora mínimos intradiarios con 6.788 puntos.

Los inversores vieron algo de luz en los buenos datos de actividad manufacturera de julio a ambos lados del Atlántico y también en China, lo que da argumentos para pensar en una recuperación sostenible de la economía si, finalmente, se pueden frenar los rebrotes del coronavirus sin necesidad de decretar confinamientos severos. Y es que el Estado español alcanzó en julio 53,5 puntos en el índice PMI manufacturero, su nivel más alto desde abril de 2018, frente a los 49 puntos anteriores. En la eurozona, el dato subió hasta los 51,8 puntos, desde los 47,4 puntos previos, mientras que en EEUU llegó a 50,9 puntos, desde los 49,8 puntos del mes anterior. Por su lado, el PMI Caixin manufacturero pasó en julio a 52,8 puntos, cuando se había quedado con 51,2 puntos en junio.

Por otro lado, los inversores acogieron con optimismo la salida al alza de Nueva York, que tenía a Microsoft a uno de sus valores con mayores ganancias, a pesar del conflicto con Trump por su intención de comprar la china Tik Tok. El Ibex terminó con 6.975 puntos, tras rebotar un 1,42%. En Europa, destacó Fráncfort (+2,71%), seguido de Londres (+2,29%), París (+1,93%) y Milán (+1,51%). Por valores del Ibex, brilló el sector bancario, liderado por Sabadell (+4,95%), Caixabank (+4,67%) y BBVA (+3,30%). En el otro lado, más recortes para Meliá (-2,61%) e IAG (-1,43%), presionados por la pérdida de la temporada estival.