Ramón SOLA
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Lakua levanta restricciones locales mientras Iruñea alienta a tomarlas

La buena evolución de los contagios en estos cuatro últimos días ha animado al Gobierno de Urkullu a levantar las restricciones especiales en tres localidades. Por contra, en Nafarroa, el Ejecutivo de Chivite exhorta a los Consistorios a ser contundentes. La mala noticia común: 23 hospitalizados más este lunes y un fallecido de 82 años en Erribera.

El lunes ha traído unos resultados inesperadamente benévolos en la lucha por frenar los rebrotes del coronavirus. Con un importante número de PCR realizadas en todos los territorios, Nafarroa cayó de 164 nuevos casos a 59, Bizkaia se contrajo a 180, Gipuzkoa se quedó en 44 y Araba, en 35.

Otra cosa bien diferente es lo que ocurre con las hospitalizaciones, que como es lógico y sabido van detrás en esta secuencia. Durante el lunes se contabilizaron 23 ingresos más, casi uno por hora. Y con el corolario trágico de un hombre de 82 años fallecido en el área sanitaria de Tutera.

El cuadro inferior ilustra en un golpe de vista la evolución de contagios. A los cuatro días de la semana pasada en que los rebrotes estaban disparados (hasta tocar techo en esta fase con 538 contagios el jueves) le han seguido otros cuatro de descenso moderado, hasta 318.

¿Cambia esto el guion de las Administraciones? Quizás sí en el caso de Lakua, que tras tres jornadas seguidas conjugando a través de distintos portavoces el término «toque de queda» ayer no insistió en esta línea.

Es más, dio una señal en sentido contrario al levantar las medidas especiales dictadas para Zarautz, Ermua y Eibar, además de Tolosa y Ordizia (donde ya se dieron por concluidas). Ciertamente en Zarautz y en Ermua los datos acreditan que no ha habido contagios o han sido residuales en los últimos días, pero en Eibar todavía este lunes se apreciaron tres y el domingo, ocho. Para el Departamento de Salud, la situación puede estimarse «estabilizada».

En Nafarroa, por contra, la consejera de Sanidad, Santos Induráin, rebajó a «diente de sierra» la mejora sustancial de la jornada. «Ni ayer [por los datos del domingo] era para echarnos las manos a la cabeza ni hoy es para echar las campanas al vuelo», indicó. Esas fueron las palabras. Y el hecho tajante, una reunión de la presidenta, María Chivite, con decenas de alcaldes, a la que siguió una declaración en la que el Gobierno les ampara, más bien exhorta, para tomar las medidas de control que estimen pertinentes.

Llega todo ello en días de mediados de agosto en que habitualmente Nafarroa hierve en fiestas: Tafalla, Burlata, Leitza... Sobre la mesa estuvieron opciones como prohibir botellones callejeros. Pero Chivite admitió que hay prácticas difíciles de zanjar, como los encuentros lúdicos en huertas que proliferaron en las no-fiestas de Tutera.

La lehendakari navarra instó a los alcaldes y alcaldesas a que «no les tiemble el pulso» a la hora de tomar medidas «aunque sean controvertidas», recordándoles que «son autoridad sanitaria» y tienen cobertura legal. «En la medida que quieran y la situación lo necesite, pueden tomar medidas más restrictivas que las que el propio Gobierno ha tomado en el ámbito de toda la Comunidad Foral», apuntó.

Contrariamente a lo que se viene apuntando desde Gasteiz, quién sabe si con un objetivo meramente disuasorio, la mandataria navarra aseguró que «en estos momentos no nos estamos planteando medidas más restrictivas de carácter general». Y sobre el famoso «toque de queda» lanzado por Iñigo Urkullu, señaló que «no tiene amparo normativo» y «los jueces nos lo podrían tumbar».

Así las cosas, Chivite se mostró más partidaria de medidas ya adoptadas hasta la fecha, como la reducción de aforos u horarios (el ocio nocturno acaba en Nafarroa a las 00.00 mientras en la CAV se mantiene a la 01.30).

Rastreos muy desiguales

Volviendo a los datos de la pandemia, el detalle de los rastreos que se hacen sobre todo en torno a centros hosteleros da un resultado muy desigual.

Así, en el brote del Xixilu de Gasteiz o del Ramuntxo Berri de Donostia el alto número de pruebas (casi 1.000 y casi 1.500) ha desvelado un buen número de positivos (21 y 22, respectivamente). Sin embargo, alrededor del bar Muguru de Galdakao se han analizado 1.105 PCR y únicamente han terminado aflorando seis contagios.

En torno a la congregación religiosa de Lasarte-Oria se realizaron el lunes 81 pruebas y todas dieron resultado negativo. Solamente una religiosa, inicialmente diagnosticada como sana, ha presentado síntomas pasando a ser positiva. Otro ejemplo de la complejidad que conlleva la detección.

El Departamento de Salud de Nafarroa, por su parte, está siguiendo un brote producido en torno a Murillo el Fruto y Zarrakaztelu y relacionado con trabajadores agrícolas. Se ha identificado en los últimos días a través de un punto de partida de contagio vía familiar.

Para controlarlo se ha realizado un cribado (con cerca de 150 pruebas PCR) en el ámbito laboral de varios de los casos. Ambas líneas de actuación se han saldado, a día de ayer, con 30 casos positivos, si bien se sigue trabajando en ello.

 

Maskara ez jartzeagatik 104 isun Donostian, 43 Getxon...

Hainbatek kontrakoa uste duen arren, maskara eramateko derrigortasuna bermatzeko isun andana ari dira jartzen polizia ezberdinak. Horren seinale dira azken orduetan Donostiak eta Getxok jakinarazitako datuak.

Donostian, azken bi asteotan 104 isun proposatu ditu Udaltzaingoak, maskara ez jartzeagatik edota era okerrean erabiltzeagatik. Eta beste hamabost autoan etxekideak ez diren pertsonekin joanda maskara ez jartzeagatik.

Getxon, azken asteburu honetan bakarrik 43 isun agindu ditu Udaltzaingoak arrazoi beragatik. Gainera, kalean alkohola edateagatik 22 paratu ditu, gazte lonja bat itxi eta hiru lagun salatu ditu honengatik.

Donostian bederatzi izan dira alkohola kalean edateagatik salatutakoak. GARA

 

Cuarentena de diez días en Nafarroa

Los periodos de cuarentena son otra de las curiosas disonancias entre comunidades. Primero se estableció en dos semanas, pero Galiza lo dejó en cinco días al confinar un amplio área en las vísperas de sus elecciones, y ahora Nafarroa lo establece en diez. «Hay evidencia científica de que la mayoría desarrolla el periodo de incubación en siete días», dijo ayer María Chivite, añadiendo que con este plazo «se consigue una mayor adherencia a que este aislamiento sea efectivo por parte de la población».

Al ser preguntada por si ha habido problemas para hacer cumplir la cuarentena, sobre todo por parte de la población joven, la lehendakari navarra señaló que en la mayoría de los casos no, si bien «ha habido algún problema puntual. Cuando no ha sido posible garantizarlo, he firmado una orden foral para aislamiento obligatorio», concluyó. GARA