Gloria Rekarte
Expresa
AZKEN PUNTUA

Es el alejamiento

El gobierno de Pedro Sánchez lleva dos años remoloneando con el acercamiento de presos. A pesar del bombo mediático que ha rodeado a los contados traslados que se han llevado a cabo hasta la fecha, la realidad es que, a día de hoy, la mayoría de las presas y presos políticos vascos, siguen alejados. Muy alejados. Y los que no lo están tanto, tampoco están tan cerca y los pocos que lo están, no han llegado a Euskal Herria. Sánchez va soltando kilómetros de a poquitos, con pocas prisas y ninguna voluntad de quitarle el candado al alejamiento.

Ahora, la pandemia, que ha puesto al mundo patas arriba, se está cobrando su cuota particular de penalidades en las cárceles. Ahora, el aislamiento gana terreno y la comunicación, los lazos afectivos, los lazos familiares, lo pierden. Ahora, las condiciones para las visitas, cuando las hay, son más rígidas; la incertidumbre, mayor; los desplazamientos, más complicados; el riesgo, doble; los costes, más elevados, y la angustia frente a la distancia y las dificultades impuestas, enorme. Pero no es el virus, que sólo hace su parte; es el sistema penitenciario español; son las políticas de excepción, es el alejamiento. Es la indecisión y la falta de valentía de Pedro Sánchez para poner fin a la dispersión. Es todo lo que podía haber evitado, pero aún no quiere evitar.