GARA
WASHINGTON
75 ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU

Arremetida electoralista de Trump contra China, que apela al diálogo

En tono electoralista, Donald Trump atacó a China y la OMS ante la Asamblea General de la ONU y alardeó del poder militar de EEUU, «pacificador del mundo». El presidente chino, Xi Jinping, puso el contrapunto con un mensaje contra la guerra y la defensa del multilateralismo y la cooperación contra la pandemia.

El presidente de EEUU, Donald Trump, arremetió ayer con dureza contra China y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, que tuvo más un carácter de mitin electoral dirigido al consumo interno que el de un mensaje hacia la comunidad internacional.

Trump atacó a Pekín por su gestión de la pandemia, a la vez que defendió la movilización de su Gobierno ante el coronavirus, a pesar de que EEUU es el país más golpeado del mundo, con 200.000 muertos y 6,8 millones de contagios.

«Las Naciones Unidas deben hacer que China rinda cuentas por sus actos» aseguró Trump en su discurso enviado en vídeo, a pesar de que su primera intención era aparecer en persona, lo que habría supuesto una excepción en la Asamblea y habría simbolizado su política de pasar por encima de cualquier consenso internacional

Además de acusar a Pekín de «infectar al mundo», atacó también a la OMS al subrayar que «el Gobierno chino y la Organización Mundial de la Salud, que está prácticamente controlada por China, declararon falsamente que no había pruebas de transmisión entre humanos» del coronavirus, y que luego «dijeron, falsamente, que la gente sin síntomas no contagiaría la enfermedad».

El presidente de EEUU volvió a describir la enfermedad como «el virus de China», a la vez que defendió su gestión de la pandemia con un mensaje pensado para sus votantes: «Distribuiremos una vacuna, derrotaremos al virus, acabaremos con la pandemia y entraremos en una nueva era de prosperidad, cooperación y paz sin precedentes».

Trump, que ha iniciado el proceso para retirar a su país del Acuerdo de París sobre el clima, también criticó a China en el plano medioambiental por sus emisiones de carbono a la vez que se jactaba del «historial medioambiental de EEUU» .

Asimismo, sostuvo que EEUU está cumpliendo su «destino» como «pacificador» del mundo, al destacar iniciativas como los llamados «Acuerdos de Abraham» en Oriente Medio –que los palestinos han denunciado como una traición árabe que agravará la situación– y las negociaciones con los talibanes en Afganistán, otras de sus bazas electorales ante el fracaso en el control de la pandemia y los escasos logros económicos.

Eso sí, según Trump, todos esos progresos «hacia la paz» se han logrado desde una posición de «fuerza», reforzando su ejército y dotándose de armas sin parangón. «Solo rezo a Dios para que nunca tengamos que usarlas», señaló.

A la vez, defendió sus ataques a Cuba, Venezuela y Nicaragua como «lucha por la libertad».

«Ni guerra fría ni caliente»

Unos minutos después, el presidente chino, Xi Jinping, aprovechó el desprecio de Trump por el multilateralismo y su absoluta prioridad por el «America First» para ganar terreno como defensor de la cooperación mundial, sobre todo sobre para hacer frente a la pandemia.

En un tono opuesto a Trump, Xi aseguró que su país no va a mantener ningún tipo de guerra, «ni fría ni caliente». El presidente chino insistió en que Pekín nunca buscará la hegemonía y que apuesta por un mundo basado en la cooperación y el multilateralismo, así como en resolver toda disputa a través del diálogo y la negociación.

No obstante, la réplica directa al presidente estadounidense llegó a través del embajador chino en la ONU, que acusó a Trump de «propagar un virus político» con sus acusaciones infundadas,

Xi también respondió a las acusaciones de Trump sobre la pandemia, al rechazar todo intento de politización o estigmatización y subrayó que la respuesta a la enfermedad debe estar guiada por la ciencia y dar un papel clave a la OMS.

«El virus será derrotado. La humanidad ganará esta batalla», insistió el líder chino, que destacó que las posibles vacunas que China está desarrollando, con varias en la última fase de ensayos clínicos, serán consideradas un «bien público global» y se distribuirán de forma prioritaria a países en desarrollo. Además, aseguró que China seguirá compartiendo buenas prácticas, tratamientos y productos con el resto del mundo, insistiendo en que frente al virus lo que se necesita es más solidaridad.

Un mensaje similar fue el que lanzó el presidente de Rusia, Vladimir Putin, que ofreció su proyecto de vacuna de forma gratuita a la ONU para que proteja a todos sus empleados.

También dijo que su país está abierto a suministrar a otras naciones la «Sputnik V», que destacó como vacuna «segura y efectiva». Putin insistió en que los ciudadanos de todo el mundo deberían tener acceso gratuito a una vacuna contra el covid-19 y subrayó la voluntad del Kremlin de trabajar con otros Gobiernos para compartir métodos de diagnóstico y de tratamiento de la enfermedad.

Al igual que Xi, defendió que la OMS debe tener un papel central a la hora de coordinar la respuesta. El presidente ruso subrayó la necesidad de que la comunidad internacional también trabaje de forma conjunta para hacer frente a los efectos económicos que a largo plazo que va a tener la actual crisis .

En ese contexto, destacó la importancia de eliminar barreras, restricciones y, sobre todo, «sanciones ilegítimas» en el comercio internacional.

En el ámbito geopolítico, el líder ruso aseguró que quiere cooperar con EEUU para extender el tratado de reducción de armas estratégicas y confió en que haya «moderación» a la hora de desplegar nuevos sistemas de misiles. También reiteró su interés en un tratado vinculante para prohibir las armas en el espacio exterior.

Putin se opuso a cambios en el Consejo de Seguridad, y apostó por que los cinco miembros permanentes mantengan su poder de veto.

 

Japoniak berea nahi du Segurtasun Kontseiluan

Japonia munduko hirugarren ekonomia da (Europar Batasuna batera hartzen ez badugu), baina nazioartean alboratuta dago II. Mundu Gerran Ameriketako Estatu Batuen aurka galdu zuenetik. 75 urte igaro diren honetan, Segurtasun Kontseilua berritzeko deia egin du eta bertan kide iraunkor izatea aldarrikatu du Nazio Batuen Erakundearen Batzar Orokorrean.

NBEren 75. Batzar Orokorrari bidalitako bideo-mezuan, Japoniako Kanpo Arazoetarako ministroa, Toshimitsu Motegi, kide iraunkorren kopurua handitzearen alde agertzen da, «XXI. mendean nazioarteko komunitatearen errealitateak kontuan hartuta, erakunde eraginkorra eta ordezkagarria izan dadin».

NBEan benetako botere exekutiboa duen Segurtasun Kontseiluan 15 kide, horietatik 5 iraunkor daude (aspaldiko potentzia nuklearrak: AEBak, Txina, Errusia, Britainia Handia eta Estatu frantsesa).

Hain zuzen, organoak II. Mundu Gerraren ostean eta NBEaren sorreran orduko garaile eta galtzaileen arteko posizioak islatzen ditu. Hamar kide behin-behinekoak dira. Japonia 11 aldiz egon da Segurtasun Kontseiluan herrialdea NBEko kide bilakatu zenetik, 1956. urtetik.

NBEko estatuok «ezin dugu ados egon «statu quoarekin», aldarrikatu du Motegik ingelesez. «Japonia guztiz prest dago Segurtasun Kontseiluko kide iraunkor bati dagozkion ardurak bere gain hartzeko eta munduan bakea eta egonkortasuna bermatzen laguntzeko». «Multilateralismoaren bidez aurre egin behar diegun krisiak gero eta handiagoak eta konplexuagoak dira», azaldu du Japoniako diplomaziaburuak. Pandemia jarri du adibide eta, bere iritziz, «ardura handiagoak hartzeko prest dauden kideek Segurtasun Kontseilu zabalagoan eserlekua izan beharko lukete».

Japonia ez da aldarrikapen hori duen herrialde bakarra. Motegi atzo bertan biltzekoa zen bideokonferentzia bidez Indiako, Alemaniako eta Brasilgo Kanpo Arazoetarako ministroekin, Segurtasun Kontseilua berritzeko indarrak batzeko. Lau herrialdeek aspalditik exijitzen dute kide iraunkor izatea. Dabid LAZKANOITURBURU

 

Venezuela y Cuba denuncian el imperialismo de EEUU

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, instó al mundo a «luchar contra la hegemonía y vencer al imperialismo».

«Venezuela defiende un mundo multipolar, un sistema de Naciones Unidas renovado, un sistema capaz de aplicar el derecho internacional y proteger a los pueblos del mundo», señaló Maduro, criticando, sin nombrar a su autor, los ataques de EEUU contra la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«El mundo supo vencer al fascismo hace 75 años. El mundo vencerá también sobre los que quieren imponerse sobre una base hegemónica, contra las ideas imperialistas, podrá vencer al neofascismo (…) para la construcción de un mundo nuevo sin poder hegemónico, un mundo que pertenezca al pueblo».

El presidente venezolano pronunció su discurso una semana después de que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU le acusara de «posibles crímenes contra la humanidad». Maduro reiteró su invitación a la ONU para que envíe observadora a las elecciones legislativas del 6 de diciembre.

En nombre de Cuba, su presidente, Miguel Díaz-Canel, denunció la escalada agresiva de Estados Unidos contra su país «incluso en tiempos de pandemia y urgió a reformar la ONU ante «un orden internacional injusto y antidemocrático».

«La agresividad ha escalado a un nivel cualitativamente nuevo, que refuerza su condición de impedimento real y determinante para el manejo de la economía y el desarrollo de nuestro país (...). No pasa una semana sin que ese Gobierno emita declaraciones contra Cuba o imponga nuevas restricciones», afirmó el presidente cubano.

Díaz Canel expuso que pese a las duras restricciones del embargo, Cuba ha podido enfrentar la pandemia gracias «al conocimiento acumulado en más de 60 años de ingentes esfuerzos para crear y fortalecer un sistema de salud de calidad y alcance universal, así como la investigación y el desarrollo científicos».

Además defendió el trabajo de las misiones médicas cubanas, que también han sido objeto de ataques de EEUU, y deploró el «chantaje gangsteril» al que el Gobierno de Trump somete a la Organización Panamericana de la Salud para frenar los programas cubanos de cooperación sanitaria. GARA