Manex ALTUNA
Periodista y socio del Athletic

El oportunismo y la reivindicación

Sigo sin comprender la razón por la que Garitano reclamó refuerzos en la previa del estreno de Liga. En tiempos de crisis y un mercado sin apenas movimientos en ningún club, es difícil de entender la petición de un entrenador que es consciente de las escasas posibilidades que tiene el Athletic para realizar incorporaciones. Incluso, suele ser hasta contraproducente descubrirse al encarecer costes. Garitano, que hasta entonces había sido el único que transmitía un discurso sereno en el club, insistió en constatar la falta de un extremo con gol en el equipo y al día siguiente hizo debutar en Granada a Jon Morcillo. Fue el mejor y demostraba que es un clásico atacante zurdo de banda con grandes cualidades en el golpeo de balón. Ante el Eibar también tuvo un remate claro en un córner que se marchó a las nubes y fue el autor del pase en profundidad a Williams que acabó en el primer gol.

Llevamos meses asistiendo a rumores sobre el regreso de Javi Martínez y su gol en la final de la Supercopa de Europa era aprovechado para defender su fichaje. No hay duda de que para estar tantos años y ganar títulos en el Bayern hay que tener mucho nivel. Probablemente, Garitano lo utilizaría y le sacaría rendimiento. Pero a qué precio. Si se observa con perspectiva a medio plazo, para un club como el Athletic, la solución para crecer es dar oportunidades a Unai López, Oihan Sancet, Zarraga o Vencedor. Lezama siempre ha respondido y es más edificante para cualquier proyecto construir la base desde abajo. Dándole vueltas, empiezo a pensar que quizá, lo que Garitano buscaba con esos toques de atención sobre la falta de gol, es hacer despertar a la plantilla para que nadie se acomode. Un juego arriesgado si se pierde la confianza por el camino. Unai López y Villalibre salen fortalecidos de Ipurua, mientras se mira con lupa el fallo de Unai Núñez por hablar más de la cuenta.