Natxo MATXIN
OSASUNA

Las habituales señas de identidad rojillas se quedan en el vestuario

Fueron superados por el Levante en balones divididos y segundas jugadas, además de disponer de mayor calidad en la parte de arriba.

OSASUNA 1

LEVANTE 3

 

Osasuna dejó en el vestuario sus tradicionales señas de identidad y eso provocó que encadenase la segunda derrota consecutiva en este inicio liguero. Los rojillos fueron superados por el Levante en balones divididos y segundas jugadas y, si a ello le unimos la calidad granota de sus futbolistas ofensivos, la derrota era prácticamente inevitable.

Quizás fue más dolorosa por el hecho de que se produjo en el último cuarto hora de partido, pero, a decir verdad, el Levante se mereció los tres puntos gracias a su mejor colocación sobre el terreno de juego, triangulación de la pelota y dominio de la situación. Pese a todo, los anfitriones fueron sumando durante muchos minutos e incluso lograron ponerse por delante en el marcador por mediación de Roberto Torres.

Fue fruto de la mayor pegada de la escuadra navarra que, en el primer periodo, contrapuso a la iniciativa granota alguna que otra llegada con peligro y sacó fruto de una de ellas con una acción individual del centrocampista de Arre, quien disparó duro, raso y pegado al poste con su pierna izquierda. Por un momento, se crearon falsas expectativas pensando que se podía ganar un partido sin jugar bien.

Un espejismo que se quebró en tres minutos. Lo que le costó al Levante materializar su mejor rendimiento sobre el verde, con una jugada iniciada por Morales ganando en velocidad a Raúl Navas –todo un calvario su regreso a la titularidad– y asistiendo a la altura del punto de penalti para que Melero, llegando desde la segunda línea, empalmase a las redes rojillas.

Osasuna no encontraba a sus mejores futbolistas –Rubén García pasó casi desapercibido–, se llegaba de continuo tarde a la presión y la espalda de los defensas era ganada de forma constante por los atacantes levantinistas. Un panorama que no presagiaba nada bueno y que, lejos de variar tras el paso por vestuarios, se vio aún más acentuado en la segunda mitad.

Los de Paco López aceleraron en la sala de máquinas, desbordando una y otra vez la desajustada resistencia de un conjunto local que sorpresivamente se mantenía dentro del partido. Morales, por partida doble, además de Miramón y Campaña, ya estuvieron muy cerca de desequilibrar la balanza, aunque sin conseguirlo, mientras Osasuna seguía ofreciendo un monitor de encefalograma plano.

Herrera para un penalti

Aún dispuso el Levante de otra inmejorable ocasión desde los once metros –manos claras de Navas–, pero la gran estirada de Herrera impidió el 1-2. Arrasate se olió el desastre y movió banquillo, reforzando la medular con la entrada de Lucas Torró e Iñigo Pérez, a la par que renovando la delantera, dando minutos a Enric Gallego.

Pareció mejorar el cuadro navarro con los cambios, o al menos se sintió menos exigido por el adversario durante unos cuantos minutos, pero que compareciera la desgracia era cuestión de tiempo. Otra vez Navas era superado, esta vez por la habilidad de Campaña, quien asistió a Roger para desquitarse de su penalti fallido. Luego Morales finiquitó la contienda con una tercera diana que premiaba su gran partido y hacía justicia a lo visto en el campo.

 

Arrasate: «No podemos competir así»

«No podemos competir así. Cada vez que jugamos el domingo al mediodía no sé lo qué pasa, pero siempre estamos muy lejos de nuestra mejor versión», dijo sin tapujos Jagoba Arrasate. En una semana, Osasuna volverá a jugar en el mismo horario y escenario contra el Celta.

El técnico vizcaino criticó que el Levante se desempeñó durante bastante minutos de la segunda mitad «a placer», situación que achacó a que sus pupilos pegaron un bajón físico que permitió al rival estar muy cómodo «para filtrar balones a nuestra espalda», originados por el hecho de que los granotas «acumularon mucha gente por dentro».

«No podemos pensar que tenemos ya un estatus en la categoría. Debemos respetarla, tener hambre y jugar siempre al límite para tener opciones, y hoy (por ayer) no ha pasado eso», abroncó un Arrasate que dijo sentirse «preocupado» y sorprendido «para mal» por el rendimiento de sus pupilos. GARA