Ibai AZPARREN
GARA
NUEVO PROCESO DEL FORO SOCIAL

El Foro Social regresa a Aiete para iniciar un proceso de convivencia

El Foro Social Permanente presentó ayer en el Palacio de Aiete de Donostia el “Compromiso social con la construcción de la convivencia”, un proceso con espacios de «debate, escucha y reflexión» en los que tanto agentes como ciudadanos podrán «hacer aportes y reflexionar sobre los «retos» pendientes y los «nudos» que faltan por desatar.

El lugar escogido ayer por el Foro Social Permanente para la puesta en marcha de un proceso participativo en aras a dar pasos en favor de la convivencia no es uno más en la historia reciente de Euskal Herria. Fue, según las palabras de Nekane Altzelai y Agus Hernan, portavoces del Foro, un lugar de «contenida esperanza» durante las conversaciones de paz y escenario de la Conferencia Internacional de Paz de Aiete.

Nueve años han transcurrido desde aquella declaración firmada por Kofi Annan, Bertie Ahern, Gro Harlem Brundtland, Pierre Joxe, Gerry Adams y Jonathan Powell, que catapultó, tal y como remarcaron ayer ambos portavoces, «el fin definitivo de la violencia de ETA». Y es que, tres días más tarde, llegaría la histórica declaración en la que ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada.

Desde entonces, a su juicio, se han dado avances como el desarme y la disolución de ETA, «verificada por la comunidad internacional» y se han construido consensos institucionales, políticos, sindicales y sociales, «inimaginables hasta entonces», pero «no podemos relajarnos, ni dar por sentadas las garantía de no repetición».

En este sentido, Altzelai y Hernan destacaron que para la construcción de una «convivencia democrática» es necesario «avanzar decididamente en los tres nudos pendientes», que son «acabar con la discriminación entre las diferentes tipologías de víctimas y diseñar mecanismos que superen esas discriminaciones», garantizando «la verdad, justicia y reparación», pero también «dar los pasos para una solución integral para los presos» vascos y una «memoria crítica e inclusiva».

A su juicio, este es «el aspecto que más dificultades tiene» ya que la memoria está «condicionada por la batalla del relato interpartidaria». De hecho, ambos opinaron que «la sociedad vasca va por delante de los políticos en esta cuestión».

Los portavoces advirtieron de que «nada está ganado mientras no soltemos bien estos tres nudos» porque, de lo contrario, «la cuestión estará en medio de la tormenta». En tal sentido, trasladaron la preocupación del Foro Social Permanente por «el tono» del debate, «sobre todo en Madrid, pero también aquí», y recordaron a los representantes políticos que tienen «responsabilidad en desarmar la palabra».

En cuanto al «compromiso social para sentar las garantías de no repetición», apuntaron que presenta «dos retos», por un lado una «cultura democrática plena de respeto a todos los derechos civiles, políticos y sociales de todas las personas» y, por otro, la «transmisión a las nuevas generaciones de una cultura de diálogo y no violencia como instrumento único para resolver los conflictos».

Los portavoces del Foro Social Permanente opinaron que no se trata de acordar sobre los derechos humanos, sino sobre «su cumplimiento y respeto en serio» e incidieron en que el compromiso con la convivencia democrática reside «en el Estado democrático y en la sociedad», habiendo sido esta última «actor determinante en los avances y aceite en un motor que se gripaba a menudo».

 

Debate participativo

Por su parte, Aitzpea Leizaola y Mikel Casado explicaron ese «compromiso social» adquirido por el Foro Social Permanente para que «todas las personas de la sociedad vasca seamos dueñas de los derechos que nos corresponden» e indicaron que con ese objetivo se va a poner en marcha un «proceso debate participativo» que permita acometer «una reflexión ambiciosa sobre lo que entendemos por convivencia democrática» y en el que «podrá participar todo el que quiera mediante distintas formas y mecanismos».

De este modo, señalaron que ese compromiso debe articularse en torno a unos «contenidos mínimos y nudos a soltar» de cara al debate y, en este sentido, explicaron, por un lado, que «la convivencia democrática es responsabilidad de las instituciones democráticas y la sociedad» y, por otro, que «es imprescindible el reconocimiento del dolor de todas las víctimas».

Como mero punto de partida, remarcaron que la sociedad vasca está atravesada por distintos ejes de desigualdad (clase, género, procedencia, edad...) pero «tiene una gran experiencia» en cuanto a formas de participación social y redes de solidaridad, que el Foro Social ve «preciso» reconocer y aprovechar.

Subrayaron, además, la importancia de «ofrecer solución a las personas huidas o presas por delitos de motivación política y la reinserción de las mismas», y también de «escuchar todos los relatos y respetarlos», así como «un marco político y social que respete todos los derechos sociales y políticos».

Lo que buscan mediante este proceso de debate es, en definitiva, establecer garantías «para que nada como lo vivido pueda volver a repetirse en el futuro» e instaurar, a su vez, un compromiso social que garantice que las generaciones venideras «solo puedan dirimir sus lógicas diferencias de forma pacífica y democrática».

Detalles y mecanismos

Eneko Calle dio finalmente cuenta de los mecanismos que activará el Foro Social Permanente para desarrollar «este proceso de construcción colectiva» en el actual contexto de «pluralidad de crisis» a las que ha contribuido la pandemia.

Así, Calle señaló que el proceso que va a poner en marcha el Foro Social pondrá en valor «la diversidad social de sujetos y agendas» y generará «espacios de debate, escucha y reflexión» en los que tanto los agentes sociales como personas individuales podrán «hacer aportes al compromiso social» y sobre «las distintas formas de entender la convivencia democrática», para recoger aportaciones y visiones de sectores sociales con los que hasta ahora no han podido estar en contacto. Al respecto, citó que el Foro Social prevé activar una ronda pública de contactos con organizaciones y entidades para reunir contribuciones y mostrar su trabajo, también con personalidades referentes, a nivel público y privado, sobre los pasos necesarios para construir la «convivencia futura».

Anunció, asimismo, la puesta en marcha de «un buzón público para que cualquier persona pueda aportar su visión y sus críticas» y también la celebración de mediante conferencias públicas.

Todo ello con el fin de «sumar y alimentar» las propuestas y principios planteados por el Foro Social Permanente para sentar esas mencionadas «garantías de no repetición», lo que requiere de la consolidación de «estructuras sólidas y duraderas en el tiempo», añadió.

«Hace nueve años hicimos un llamamiento a los partidos a que se sentaran a hablar, ahora lo hacemos extensible a la sociedad y nosotras nos ofrecemos como facilitadoras», sentenció.