Algunos dislates judiciales españoles solo pueden explicarse desde la metáfora o el chiste. Este sería el del «loco de la autopista», ese que circula por carretera viendo venir todos los coches de frente, sin percibir que quien va en sentido contrario es su propio vehículo.

La fiscal del Supremo que ha pedido volver a juzgar el caso Bateragune es esa conductora. De frente le viene el Tribunal Europeo de Derechos Humanos que dictó que la condena fue injusta; la «sala de revisión» del Supremo que la anuló en consecuencia en verano pasado; la Audiencia Nacional que por dos veces ha rechazado un nuevo juicio (la última notificada ayer); la Fiscalía del tribunal especial que ha defendido que no hay opción de repetición; y sobre todo tiene delante lo que sería la pared del peaje, que es el hecho consumado de que las condenas de cárcel se cumplieron hasta el final en los seis casos, pese a ser injustas.

Con todo, poca o ninguna broma. ¿Es una kamikaze esta fiscal? Para empezar, parece llevar de copiloto al juez Manuel Marchena, dado que ha sido el firmante de la condena de los líderes independentistas catalanes quien ha abierto la puerta a esta vía, dando voz a las partes para que valoraran la situación creada cuando no había debate al respecto. Y para acabar, porque con la Justicia española todo es posible, hasta esto.

«Exención penal»

A la espera de ver cómo se resuelve de todo, de momento lo que hay es un doble pulso entre audiencias (Supremo-Audiencia Nacional) y fiscalías, con Arnaldo Otegi y sus compañeros pillados en medio (ojo, no solo los seis condenados, también quienes quedaron absueltos si se ordenara la repetición).

En ese escenario ayer, apenas un par de horas después de que se conociera la posición de la Fiscalía del Supremo, la Audiencia Nacional comunicaba que refrenda su tesis de que «no ha lugar» a repetir el juicio, al rechazar el recurso de AVT-Verde Esperanza.

Una sala al frente de la cual vuelve a aparecer Angela Murillo reitera su criterio de que «ni en las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos ni en la recientemente dictada en revisión por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo se ordena la celebración del nuevo juicio, con composición personal diferente del tribunal juzgador». Y lo sentencia de nuevo con la opinión favorable de la Fiscalía del tribunal especial.

Por contra, la representación del Ministerio Público en el Supremo ha presentado un escrito de apenas cinco folios. Cuatro de ellos incluyen meros antecedentes del caso y en el último argumenta que la anulación europea es fruto de un mero «defecto procesal» que «no puede convertirse en una exención penal». ¿«Exención penal» cuando seis personas han cumplido hasta seis años y medio presas?

 

Cronología: Once años de castigo que continúa

JUNIO 2011

Juicio por el «caso Bateragune» en la AN tras la redada de 2009. Acaba con seis condenados a hasta diez años de cárcel por «pertenencia a ETA». El Supremo rebajaría algunas condenas, hasta seis años y medio.

AGOSTO 2017

Queda libre Rafa Díez Usabiaga, el último de los seis. Todos han agotado la condena de cárcel hasta el final al no prosperar sus recursos en el Estado español: 37 años de cárcel en total.

NOVIEMBRE 2018

El Tribunal Europeo determina que el juicio no fue justo. La defensa reclama la lógica anulación por los tribunales españoles.

JULIO 2020

Sin mucha prisa, el Supremo acaba anulando el fallo.

OCTUBRE 2020

AVT-Verde Esperanza reclama un nuevo juicio a la AN, que lo desestima dos veces. El Supremo, sin embargo, pone a debate esta opción entre las partes.