Iñaki Lekuona
Escritor
AZKEN PUNTUA

Justicia de verdad

Lo del perdón es al siglo XXI lo que la condena al XX, una exigencia moral que divide a los virtuosos de los gentiles, a los puros de los impíos, al bien del mal, como si fuera una cuestión maniquea, como si se tratara de un cara y cruz, como si la responsabilidad siempre fuera ajena, como si eso tuviera que ver con la justicia. Esta pasada semana el historiador Benjamin Stora ha presentado un informe al presidente Macron en el que dibuja un boceto de la presencia colonial francesa en Argelia y de la guerra con la que acabó. Una de la cuestiones más polémicas es la del perdón, un gesto que jamás ha mostrado la República ni hacia los argelinos a los que persiguió hasta la muerte ni hacia los conciudadanos a los que animó y acompañó en la colonización y que abandonó después tras el proceso de independencia. París no mostrará ni perdón ni arrepentimiento, ha dejado caer el Elíseo, entre otras cuestiones para evitar que el relato sea «instrumentalizado», porque este conflicto es «muy complejo», con «múltiples memorias». Por ello, entre las veinticinco propuestas del informe Stora se encuentra la creación de una comisión de investigación al estilo sudafricano, sin consecuencias penales, sin justicia retributiva, sólo con el objetivo de conocer lo sucedido. Con la convicción de que lo que no podremos perdonarnos en la vida es no llegar a conocer nunca la verdad.