Ion SALGADO
GASTEIZ

Casi 10.000 actuaciones del Ararteko en un año marcado por la pandemia

La Oficina del Ararteko realizó 9.860 actuaciones el curso pasado, marcado por la pandemia. Manu Lezertua alertó ayer de que el 43% de los expedientes de queja están relacionados con derechos sociales. Otro dato llamativo: hay 252 quejas vinculadas a actuaciones policiales.

&zeroWidthSpace;El Ararteko, Manu Lezertua, entregó ayer su informe anual a la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Bakartxo Tejeria. En el mismo se recogen 9.860 actuaciones, de las que 6.437 corresponden a quejas y consultas. El propio Lezertua explicó ante los medios que, a consecuencia de la pandemia, ha disminuido el número de quejas y consultas presenciales; si bien se ha mantenido el número de expedientes de queja presentados, más de 2.500, el 43% de ellos relacionados con los derechos sociales de la ciudadanía.

En este sentido, conviene señalar que se han incrementado ligeramente las reclamaciones relacionadas con los dispositivos de lucha contra la exclusión social: 497 frente a las 468 de 2019. El 88% se refieren a problemas relacionados con el funcionamiento de Lanbide y a la gestión de la RGI y la prestación complementaria de vivienda.

Intervenciones policiales

En el informe anual se recogen 252 quejas dirigidas al área de Seguridad, la mayoría al Departamento de Seguridad de Lakua y al Ayuntamiento de Bilbo.

«Las quejas se han referido primordialmente a actuaciones policiales realizadas en el marco del control del cumplimiento de las medidas restrictivas del derecho a la libertad de circulación establecidas como consecuencia del primer estado de alarma, sobre todo durante el confinamiento domiciliario, respecto de las que se ha denunciado un eventual uso desproporcionado e injustificado de la fuerza, detenciones carentes de justificación y actuaciones discriminatorias por razón del origen racial», apunta la Defensoría del Pueblo, que incide en que «alguna de las actuaciones ha afectado a personas en situación de exclusión social grave y extrema vulnerabilidad social, y a otra que padecía una enfermedad mental».