EDITORIALA

Decisión incomprensible que dejará rastro

En este año largo que llevamos de pandemia, pocas cuestiones generarán tanto consenso como la importancia del ímprobo trabajo que a diario realiza el personal sanitario, cuya valía y compromiso están más que acreditados, así como del que están llevando a cabo también los equipos de rastreadoras y rastreadores que durante estos meses se han dejado la piel para cortar las cadenas de transmisión del virus y evitar así una mayor propagación de los contagios. Una ingente tarea, hasta entonces desconocida y que ha habido que aprender a marchas forzadas, llamada a llamada. Así lo exigía la situación. Y así lo sigue exigiendo en el actual contexto, con los indicadores con una preocupante tendencia al alza.

Representantes del equipo de rastreo de Nafarroa se concentraron ayer frente a los antiguos locales de Forem –donde el Gobierno foral ha instalado el dispositivo de detección y vacunación tras dejar Refena– para dar la voz de alarma. Según explicaron, a partir del 1 de mayo la mayoría de profesionales de ese equipo será reemplazado «en bloque» por otro «más reducido» y, además, inexperto en la materia. «Presiones externas» habrían llevado al Ejecutivo a sustituir esos puestos, cuyos contratos iban renovándose mensualmente, por otros de larga duración y, por tanto, por personal que tiene prioridad en las listas.

En cualquier otro contexto, qué duda cabe, la estabilización de plantillas sería una gran noticia. Pero en este caso concreto, las consecuencias pueden ser muy graves. Dejar escapar a un equipo ya formado y «con la maquinaria engrasada» para sustituirlo en bloque por otro sin experiencia supone una pérdida inmensa. Es verdad que, tras la denuncia, Osasunbidea salió al paso para afirmar que el actual equipo seguirá en sus puestos y que la única novedad consistirá en una reducción de 15 personas. Se verá el 1 de mayo si el temor de las rastreadoras y rastreadores se hace realidad o la cosa queda en «solo» una merma de personal. Porque resultaría incomprensible perder incluso una pizca de eficacia en esa vital labor de rastreo.