El Ibex vivió algunos cambios de dirección en la jornada, aunque finalmente lograba recuperar el nivel de los 8.600 puntos. Los inversores contaron ayer con pocos argumentos para respaldar la compra de acciones. Sobre todo en Europa, donde se mantiene el debate sobre la vacuna de AstraZeneca a la espera de conocer más detalles sobre su relación con los trombos. Este frenazo en la vacunación se produce en plena expansión de la cuarta ola de la pandemia y la aplicación de más restricciones en muchos países europeos.

De otro lado, en Estados Unidos se publicó un mal dato de peticiones de subsidio de desempleo. La semana pasada se contabilizaron hasta 744.000, frente a las 680.000 estimadas y las 728.000 anteriores. Asimismo, no hubo novedad en las actas de la Fed, que confirmaban la necesidad de mantener las compras masivas de bonos y los tipos de interés sin cambios pese a la mejora de la economía.

El Ibex terminó el día en los 8.637,80 puntos, tras sumar un 0,47%. En Europa, solo Milán (-0,66%) sufría pérdidas. París ganó un 0,17%, Fráncfort, un 0,57%, y Londres, un 0,83%. Los grandes índices de Nueva York no seguían el mismo camino desde la apertura. A la hora del cierre en Europa, el Dow Jones se movía en rojo, mientras que el S&P 500 ponía rumbo a sus nuevos máximos históricos acercándose a los 4.100 puntos.

En el Ibex, la atención era para ACS (-0,68%), después de mostrar su intención de pagar 10.000 millones de euros a Atlantia por su filial de autopistas. En el lado de los descensos, sobresalieron Repsol (-2,58%), Meliá (-1,58%) y Mapfre (-1,54%). Los mejores del índice fueron Grifols (+4,51%), Solaria (+3,27%) y Siemens Gamesa (+2,62%), mientras Iberdrola (+2,58%) destacó entre los pesos pesados.