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EEUU frena la vacunación con Janssen, que retrasa su llegada

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) recomendaron ayer suspender el uso de la vacuna de Janssen, filial de la multinacional estadounidense Johnson & Johnson, tras haber registrado seis casos de un tipo de coágulo sanguíneo «raro y grave», según confirmó la agencia norteamericana. Estos casos se han detectado en un volumen aproximado de siete millones de dosis inoculadas, lo que supone un porcentaje muy pequeño, de menos de uno por millón, pero que ha sido suficiente para alterar el plan de vacunación en Estados Unidos, y también en Europa.

Y es que la propia compañía farmacéutica anunció que va a retrasar el lanzamiento de su vacuna en la UE, tras la paralización en Estados Unidos. «Hemos revisado estos casos con las autoridades sanitarias europeas. Hemos tomado la decisión de retrasar proactivamente el lanzamiento de nuestra vacuna en Europa», explica en un comunicado.

La FDA tenía previsto comparecer ayer por la tarde, según el horario estadounidense –bien entrada la noche en Euskal Herria–, pero a la espera de conocer el alcance definitivo de la decisión, de momento el frenazo anunciado por Janssen ha modificado la agenda de las autoridades europeas. Y también la de las vascas, que esperaban recibir hoy mismo las primeras dosis de esta vacuna.

En concreto, los Ejecutivos de Lakua e Iruñea contaban con unas diez mil unidades en total, que servirían para inmunizar a otras tantas personas, ya que el suero de Janseen es de una sola dosis, y se cuenta con él para dar un acelerón a la campaña de vacunación.

Esta nueva vacuna tiene como destino inicial el colectivo de personas que tienen entre 70 y 79 años, y en la CAV está previsto que se utilice con quienes, dentro de esa franja de edad, tengan dificultades para desplazarse hasta los centros de vacunación, bien por las distancias u otras circunstancias, aprovechando que solo hace falta un pinchazo.

Mujeres entre 18 y 48 años

La decisión de suspender temporalmente el uso de las vacunas se produjo después de que “The New York Times” informara de que seis personas que habían sido vacunadas con estos viales sufrieron trombos después de la administración, y una de ellas falleció. En todos los casos se trata de mujeres con edades entre 18 y 48 años, y todas ellas presentaron los síntomas entre seis y trece días después de vacunarse.

Al poco de conocerse la suspensión, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) informó de que está «investigando» los casos y advirtió de que «actualmente no está claro si existe una asociación causal» entre la vacuna y los trombos. En declaraciones a Efe, una portavoz aseguró que la agencia inició «una revisión de una señal de seguridad» en relación con estos casos, pero la investigación sigue en marcha.

Muchos crónicos siguen en un inquietante limbo

Los Gobiernos de Lakua e Iruñea siguen con la vacunación entre la población de 70-79 y 60-65 años, y también han empezado con los colectivos de alto riesgo, que integran aquellas personas que por sufrir determinadas dolencias tienen más probabilidades de padecer el covid en su forma más grave. Sin embargo, en este grupo no están incluidas miles de personas que padecen enfermedades crónicas, en algunos casos de gravedad, y que pese a ello no tienen fecha para vacunarse ni se les ha comunicado nada al respecto.

Gente como Merche Fernández, una mujer que sufre ceguera y tiene problemas cardiovasculares, que a principios de marzo pedía en estas páginas que se tuviera en cuenta la situación de las personas que se encuentran en su situación en el plan de vacunación, pero que ha informado a GARA que sigue sin vacunar. Este colectivo está incluido con el resto de las personas de su franja de edad, a pesar de que su situación es de mayor vulnerabilidad en caso de contagiarse.I.B.