I.B.
BILBO

Gipuzkoa registra el peor dato de contagios en cinco meses

Gipuzkoa registró el martes 456 casos de covid, la cifra más alta de contagios en 24 horas desde hace 146 días, casi cinco meses. Entonces estábamos afrontando la ola de otoño, que golpeó con especial fuerza a ese herrialde, que ahora vuelve a ser el más afectado por la pandemia.

Es algo que se aprecia con claridad en el gráfico que acompaña a estas líneas, que cada día muestra la situación epidemiológica en Hego Euskal Herria y donde la línea azul, que representa la evolución de Gipuzkoa, crece con fuerza y sin pausa.

Con una incidencia acumulada de 534 casos por cien mil habitantes, 34 más que el día anterior, está a punto de alcanzar el nivel máximo de afección de la anterior ola, la que siguió a las navidades, donde el pico se quedó en 587 casos el 3 de febrero.

No parece que vaya a tardar en llegar a esa cifra, a la vista de la tendencia que mantiene en los últimos días, con una pendiente cada vez más vertical. La razón de tasas (1,37) y el número reproductivo básico (1,23), apuntan también en esa dirección, y anuncian que el número de localidades confinadas será mayor la semana que viene.

En este momento son 38 los municipios cerrados en Gipuzkoa, 21 de los cuales tienen más de cinco mil habitantes, pero ayer ya eran 24 los que estaban en zona roja y hay otros siete que, con más de trescientos casos de incidencia, están cerca. Entre ellos, Donostia y Eibar, con 383 y 385, respectivamente.

Preocupan las UCI

La evolución epidemiológica de Gipuzkoa sobresale en una tendencia general que, sin ser tan llamativa es igualmente preocupante, como muestran estos dos datos: Nafarroa volvió a superar los doscientos nuevos positivos, tras el descenso registrado el día anterior, y la razón de tasas del informe de Osakidetza subió hasta 1,25, igualando el máximo alcanzado en esta nueva oleada.

Esta situación está afectando de forma cada vez más intensa a los hospitales y la consejera de Salud de Lakua admitió ayer que la situación en las unidades de cuidados intensivos es «especialmente preocupante», con 133 enfermos de covid. En su comparecencia semanal en el Parlamento, Gotzone Sagardui explicó que la ocupación en las UCI supera el 81% y que casi la mitad (48%) de los pacientes atendidos ahí tiene coronavirus.

Recordó que el plan de contingencia de Osakidetza contempla cinco escenarios y que ahora está en el tercero, con 331 camas habilitadas, aunque indicó que hay capacidad de llegar hasta 600, si «lamentablemente» fuera necesario. Ese escenario también obligaría a «priorizar las intervenciones quirúrgicas» porque son las que más camas UCI requieren, aunque habría que reorganizar el resto de la atención sanitaria no urgente.

Sagardui se refirió, asimismo, a las variantes del coronavirus. Según señaló, la cepa británica representa actualmente alrededor del 80% de los casos, y puede afirmarse que «ha sustituido de alguna manera al virus original». Menor presencia tienen la variante brasileña, con un total de 57 casos; la sudafricana, con 26, y la nigeriana, con un caso.

Más jóvenes, más graves

Sobre las variantes habló también Santos Indurain. En rueda de prensa, la consejera de Salud de Nafarroa se mostró preocupada por la evolución de la pandemia, que está afectando ahora a una población más joven y que ingresa en el hospital en un estado más grave, debido a la extensión de la cepa británica.

Indurain, que informó de que la afección hospitalaria ya supera los picos del anterior rebrote, sostuvo que estamos ante una «ola diferente», en la que hay un menor seguimiento de las medidas de protección por parte de los ciudadanos, a causa de la «fatiga pandémica». En este sentido, indicó que desde centros de salud, hospitales y equipos de detección y seguimiento se traslada el mensaje de que «hay que parar esto», porque las plantas hospitalarias y las UCI están llenándose de nuevo. Dijo, además, que aumenta el rechazo de algunas personas a ponerse en contacto con el sistema sanitario al tener síntomas de infección o a dar sus contactos.

En el lado opuesto, valoró positivamente la importante bajada de contagios en el espacio sociosanitario, ya que el virus «prácticamente ha desaparecido» en las residencias, y también se han reducido mucho las hospitalizaciones de personas de los tramos de mayor edad.