EDITORIALA
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«Se alquila Gobierno por no poder atenderlo»

El Ejecutivo de Iñigo Urkullu ha externalizado la acción legislativa, dejando en manos de empresas privadas la redacción de todo tipo de leyes y planes estratégicos. No es un caso aislado, se trata de más de una docena de leyes y al menos ocho planes, que van desde la Ley de Salud Pública hasta la Estrategia Vasca de Empleo. Hay casos escandalosos, como que se encargue a una empresa no solo una ley, sino las respuestas a las enmiendas de la oposición. ¿Para qué están, entonces, los parlamentarios de los partidos del Gobierno y sus asistentes? ¿Para esto querían PNV y PSE la mayoría absoluta? Hay otros ejemplos rocambolescos, como que PricewaterhouseCoopers realice un proyecto de la Ley de RGI –algo parecido a que el Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Navarra diseñase el anuario de Emakunde–.

Por supuesto que en la actividad parlamentaria y gubernamental se deben pedir informes u otro tipo de trabajos a gabinetes especializados. Ahora bien, estos trabajos deben tener un valor añadido, han de ser encargados de manera transparente y pagados como es debido. Lo que no se puede es externalizar a empresas privadas, de manera sistemática y a la vez arbitraria, el trabajo que debería hacer la Administración vasca. Entre otras cosas porque esas empresas pueden tener intereses opuestos a los de la ciudadanía, algo totalmente legítimo pero que las invalida para realizar este tipo de informes y leyes. De lo contrario, se estaría integrando a lobbys en el diseño legal de temas que les pueden afectar. Estas prácticas generan además un sistema de gobierno y unas redes clientelares incontrolables.

En general, resulta incomprensible que, teniendo el Gobierno de Gasteiz un cuerpo técnico de funcionarios importante y capacitado, más un importantísimo grupo de personas designadas en base a criterios políticos, las leyes se escriban desde fuera de Lakua, a través de empresas privadas y con un sobrecoste que en algunos casos es llamativamente ridículo y en otros son montantes importantes. Nada de esto responde a una buena gestión.