Mikel INSAUSTI
Crítico cinematográfico

Mejor actuación

Cuando la Berlinale anunció que suprimía la diferenciación de género para las categorías de actor y de actriz, ya dije lo que pensaba al respecto, y como mi opinión no ha cambiado desde entonces sigo estando a favor. Donostia y Rebordinos hacen bien en sumarse a la causa, porque el concepto a premiar es simple y llanamente el de Mejor Actuación, y el resto de matices que le queramos poner sobran. Ya sea por cuestión de sexo, por cuestión de edad, por cuestión de no profesionalidad o por cuestión de otras capacidades, viene a ser lo mismo, todos y todas están interpretando un papel en la pantalla con el mismo derecho a recibir un premio por su trabajo artístico.

Pero no todo el mundo lo ve igual, con lo que la polémica está servida. Hay asociaciones de actores y actrices que piensan que perjudica al objetivo común de la paridad. Más que nada por una razón de proporcionalidad, debido a que estadísticamente hay menos actrices que actores en los repartos de las películas y en los roles principales, con lo que ellos tienen más opciones que ellas. Defienden que la categoría de actriz ayuda a visibilizar el trabajo de esas mujeres, que lo refuerza y ayuda a valorar como se merece. Mal vamos si en este mundo todo lo confiamos a los números y a las cantidades, porque lo que debería primar es la calidad. Y si dos mujeres son mejores que veinte hombres, pues ya está.