El imparable aumento de los contagios, que el miércoles dejaron el peor registro de la pandemia en la CAV, con 1.801 nuevos casos, ha llevado a Lakua a dar marcha atrás en el plan de desescalada y endurecer algunas de las medidas preventivas.

La principal hace referencia al uso de la mascarilla, que pasará a ser obligatoria «en entornos urbanos transitados». Además, a partir de hoy, cuando entra en vigor el nuevo decreto, en los establecimientos y servicios de hostelería y restauración su uso es obligatorio «en todo momento» y tanto en interiores como en las terrazas, con la única excepción del momento de la ingesta de alimentos o bebidas.

Asimismo, según expuso Iñigo Urkullu, que compareció tras la reunión del Consejo Asesor del LABI junto a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, se adelanta a las 01.00 horas el horario de cierre «de todas las actividades comerciales, sociales y culturales», y se reduce al 35% el aforo máximo «en las diversas actividades para todos los locales e instalaciones, incluida la hostelería, salvo para aquellas actividades ya contratadas; y se reduce el número máximo de personas en eventos sociales, culturales o deportivos».

«Autolimitación voluntaria»

El decreto, que fija la obligación de las personas afectadas por un caso de contagio o por ser contacto estrecho del mismo de «colaborar en la labor de rastreo y trazabilidad de los contagios con el máximo de celeridad y veracidad», así como de mantener el «confinamiento o cuarentena, cumpliendo las indicaciones de las autoridades y los servicios sanitarios», hace una apelación a la «autorresponsabilidad» de la ciudadanía para llevar a cabo «una autolimitación voluntaria para la aplicación de las siguientes medidas: limitación de la movilidad nocturna durante la franja horaria de una a seis de la noche; limitación de la agrupación a un máximo de seis personas, excluidos convivientes; y autoconfinamiento y autoaislamiento personal en cuanto se experimenten los primeros síntomas de contagio por covid, así como comunicación con los servicios sanitarios».

«El exceso de relajación es nuestro peor criterio de actuación», dijo el lehendakari, que hace dos semanas optó por mantener las cosas como estaban a pesar de que los contagios ya estaban subiendo con fuerza. Entonces, la incidencia acumulada en la CAV era de 203 casos por cien mil habitantes, mientras ayer estaba en 682, a la vez que los pacientes covid en Osakidetza han pasado de 76 a 220, y de 25 a 48 en las UCI.

A su juicio, lo ocurrido estas semanas ha puesto de relieve que la pandemia «no ha acabado» y que este «virus criminal» sigue ahí, por lo que pidió «un esfuerzo más» a la ciudadanía.

Urkullu, que reveló que no ha recibido respuesta a la carta remitida el lunes a Pedro Sánchez, de quien dijo que tampoco ha respondido a anteriores proposiciones que le ha hecho, dijo que tiene un «estado anímico no positivo» respecto al mandatario español, y señaló, refiriéndose a él, que «la gravedad de la situación exige un mayor nivel de ejercicio de responsabilidad».

Toque de queda más selectivo en Nafarroa

El Gobierno de Iruñea anunció ayer su intención de remitir al TSJN una orden foral para pedir la aplicación del toque de queda durante los fines de semana y los días festivos, así como para los días en los que se deberían haber celebrado fiestas en las distintas localidades navarras. Esta medida se aplicaría en los municipios con riesgo muy alto, es decir, aquellos que tengan incidencia superior a 250 casos por 100.000 habitantes en 14 días o 125 casos en 7 días. Además, la aplicación de esta restricción sería general durante los días en los que correspondería celebrar a cada municipio las fiestas patronales, independientemente de su incidencia.

El Ejecutivo ha adoptado esta decisión después de que el TSJN rechazara el toque de queda para todos los municipios en situación de riesgo muy alto. Entre otras cuestiones, el tribunal señaló que el Gobierno navarro debería haber identificado las localidades afectadas así como los datos concretos de contagios.GARA