GARA
MADRID
JUICIO POR EL SUMARIO 13/13

El falso David Pla marca el parón hasta el próximo 7 de setiembre

La última sesión del juicio por el sumario 13/13 antes del parón veraniego estuvo protagonizada por el testimonio de varios guardias civiles, que expusieron su versión tanto de la investigación previa como de la redada en la que se produjeron las detenciones. La jueza Ángela Murillo citó a las partes para dentro de seis semanas.

El juicio por el sumario 13/13, que se viene celebrando en la Audiencia Nacional española, abre un paréntesis veraniego y retornará el 7 de setiembre, después de que la defensa renunciara a que comparezcan los testigos policiales que estaban citados para este jueves.

Lo hizo tras escuchar ayer los testimonios de cuatro agentes de la Guardia Civil que tomaron parte bien en la fase de instrucción, bien en las detenciones. Todos ellos negaron su pertenencia al CNI, el servicio de inteligencia español.

La sesión se abrió y cerró con dos de los «seis o siete» guardias que estuvieron en el arresto de los abogados Jon Enparantza e Iker Sarriegi en sus oficinas de Hernani, así como en los posteriores registros.

Narraron que en los baños del bufete hallaron un falso secador de manos en cuyo interior encontraron pen drives y un sobre con dinero, «unos 9.000 euros». Posteriormente registraron los despachos de ambos, asegurando que todos los agentes estuvieron siempre a la vista de la secretaria judicial y del decano del Colegio de Abogados de Gipuzkoa, que estuvo presente.

Uno de ellos, el de mayor responsabilidad, fue cuestionado por diferentes anotaciones en los que él hacía referencias al CNI, como por ejemplo en la caravana de vehículos para dirigirse al operativo. «Eso era un borrador de cómo podía ser la caravana, si venía alguien del CNI como observador, pero no vino nadie».

Frente a las preguntas de las defensas, a lo largo de la sesión fue constante el intento de los agentes de desvincular al servicio de inteligencia de este operativo, más allá de algún aporte puntual de información.

A renglón seguido declaró el encargado de instruir las diligencias, quien explicó que «la investigación tiene su origen en la detención de Lopez Peña y otros en 2008 en Burdeos», con el estudio del material incautado en sus ordenadores.

«Del ingente material que vamos teniendo se va analizando y se llega a la conclusión de la existencia de una estructura llamada Halboka», que más tarde identificaron como sucesora del «sub-aparato de Makos».

En el marco de la investigación detectaron un encuentro en la localidad landesa de Mimizan entre Igor Suberbiola –actualmente en prisión– y David Pla –quien fue interlocutor de ETA–, y al día siguiente, de Pla con Enparantza en Donostia. Solo que el hombre identificado como Pla no era tal, un error del que no se percataron hasta «mucho tiempo después. No hemos sabido nunca quién era».

En cuanto a la participación del CNI, este agente puntualizó que dicho servicio «el CNI no participó en seguimientos, ni en detenciones, ni en registros…», aunque luego añadió que sí colaboró para desencriptar algunos documentos. «La aportación del CNI es absolutamente periférica», concluyó.

El tercero en declarar ha sido un agente del servicio de información, quien confirmó el error de identificación de Mimizan. Tras explicar en qué consistió su labor, indicó que en los informes se integra «información del CNI, pero también de la Policía española, la francesa o la Ertzaintza».

Ante estos testimonios, las defensas renunciaron a escuchar a los citados para hoy jueves, con la excepción de uno que ya estaba reprogramado para el 8 de setiembre. El juicio continuará el 7 de setiembre.