Expertos de diferentes áreas charlaron ayer sobre la elaboración y la importancia de completar un censo de víctimas de la Guerra del 36 y la represión franquista en una jornada organizada por Gogora y el Instituto Navarro de la Memoria.

La primera ponente fue Queralt Solé, representante de la Universitat de Barcelona en el Comité Científico del Memorial Democràtic. Según dijo, fue a partir de 1975 cuando comenzaron a hacerse censos, especialmente a nivel local. Tal y como explicó, los primeros datos los comenzaron a recopilar particulares y asociaciones. Ya en la década de los 80, los historiadores comenzaron a indagar sobre el tema, labor a la que posteriormente se sumaron otras personalidades y profesionales de otras disciplinas (arqueólogos, periodistas...). Destacó el trabajo que han hecho en los últimos años los informáticos, «esencial para poder ordenar y poner a disposición de la gente la información recabada».

Le siguieron las intervenciones de Lourdes Herrasti y Jon Penche sobre el proyecto desarrollado en la CAV, impulsado por Gogora, sobre ‘Vulneraciones de Derechos Humanos en Euskadi (1936-1978)’. Herrasti explicó el trabajo que hay detrás de convertir la información recabada, las fichas y los listados en una base de datos. Una labor que incluye el vaciado de los registros civiles, los eclesiásticos y los de los cementerios.

Penche resumió la base de datos publicada a principios de este año y que incluye 20.970 víctimas de la Guerra del 36 en la CAV. El trabajo incluye información de víctimas de los dos bandos en la contienda y datos sobre víctimas que fallecieron en la CAV y sobre personas que murieron a consecuencia de la guerra fuera de ese territorio. Está disponible para su consulta en la página web de Gogora.

Fernando Mendiola, director del Fondo Documental de la Memoria Histórica en Navarra (UPNA) y vicedecano de Historia y Patrimonio, expuso el proyecto ‘Fondo Documental de Memoria Histórica de Navarra’, que ha registrado un total de 3.507 víctimas mortales y 25.972 hechos represivos del franquismo entre 1936 y 1948. Mendiola recordó que la represión «no es solo la muerte, también incluye el encarcelamiento o la represión cultural, económica o laboral».

«Necesitamos herramientas que nos sirvan para conocer mejor el pasado, el derecho a la verdad de toda la sociedad y de las generaciones venideras. Es fundamental para fomentar una cultura de respeto a los derechos humanos y de profundización de libertades democráticas; por el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación de las víctimas y sus familiares; y, en estos tiempos oscuros y amenazantes, para tener garantías de no repetición», concluyó.&discReturn;

En la jornada también se expusieron proyectos existentes en Catalunya, Galiza y territorios del Estado español.