GARA
DONOSTIA

El coche del ertzaina fallecido en el Urumea circulaba a 16 km/h

El informe pericial señala que la muerte de un agente de la Ertzaintza el pasado 30 de diciembre, tras caer al río Urumea en Donostia, se produjo por «un factor humano». El vehículo circulaba a entre 6 y 8 km/h dentro del túnel y a 16 km/h al chocar con la valla. «La poca visibilidad, la marea alta y el frío del agua agravaron la situación», añade.

El informe, que ha salido a la luz casi nueve meses después del incidente, señala que el agente Iñigo Etxarri Álvarez, de 47 años, patrullaba hacia las 03.30 horas junto a un compañero una zona por la que acostumbraban a hacerlo, «una zona en la que se han producido algunas agresiones sexuales y que suele ser controlada por la Policía».

Pero en aquellas fechas había toque de queda debido a la situación sanitaria, por lo que no debía haber nadie en la calle.

«El coche atravesó el paso subterráneo, subió una rampa y, en lugar de girar a la izquierda e incorporarse a la carretera que conduce al centro de la ciudad, chocó contra la barandilla del puente de María Cristina. La poca visibilidad, la marea alta y el frío del agua agravaron la situación», añade el documento, que atribuye a un «factor humano» lo sucedido.

Y es que el informe destaca que «según la información recabada en la reconstrucción del siniestro y gracias a las declaraciones de varios compañeros, se sabe que el conductor siempre realizaba una misma maniobra al volante cuando patrullaba por esa zona». El agente acostumbraba a girar en esa dirección para después dar marcha atrás y salir a la carretera.

Los disparos

Al caer al agua, uno de los dos ertzainas que viajaba en el vehículo consiguió salir tras romper el cristal con sus botas, y fue rescatado con hipotermia y en una situación «de confusión, de cierto shock», según detalló el director de la Ertzaintza, Rodrigo Gartzia.

Por su parte, el agente Iñigo Etxarri disparó en tres ocasiones tratando de romper la ventanilla, pero no consiguió salir, según señala el informe.