A finales de marzo trascendió la intención de MásMóvil de absorber Euskaltel, a través de una OPA amistosa aceptada por los accionistas de la telefónica vasca. Ante las críticas por el hecho de que una compañía creada a partir de inversiones públicas pasara de mano en mano de multinacionales, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, defendió públicamente la operación asegurando que «con el mundo globalizado en el que vivimos, con la transición tecnológica que se está produciendo en digitalización y todos los cambios tan acelerados, es positivo tener una compañía que vaya a tener dimensión y compromiso con el país».

También el lehendakari, Iñigo Urkullu, avaló la absorción en el Parlamento en el pleno del 16 de abril. Afirmó que Euskaltel por sí sola tenía dificultades para acceder a las inversiones necesarias en el escenario 5G, y junto a MásMóvil tiene posibilidades de jugar en esta división de honor y eso será positivo para Euskadi. «Nuestra determinación es aprovechar esta oportunidad, con un horizonte mínimo de cinco años, para que este proyecto contribuya a impulsar la transformación tecnológica y digital en Euskadi».

Iñigo Urkullu remarcó ante la Cámara que las repercusiones económicas de la adquisición de Euskaltel por MásMóvil son positivas en una visión a cinco años, puesto que, a partir de ese momento, en el nuevo escenario de las telecomunicaciones, nos encontraremos ante un reto y una oportunidad. «La operación –concluyó– permite ganar músculo en capacidades tecnológicas y en oportunidades de digitalización para Euskadi».

Ni estudio ni seguimiento

El parlamentario de EH Bildu Iker Casanova preguntó a la consejera Arantxa Tapia: «¿Qué estudios técnicos se realizaron para aprobar la operación (estudio de mercado, necesidades del país en materia de telecomunicaciones, idoneidad de MásMóvil)? ¿Quién los ha realizado? ¿Existe algún análisis escrito que garantice la venta de MásMóvil? ¿Qué unidad del departamento realizó el seguimiento de la operación?».

La respuesta del Ejecutivo, que ha llegado en los últimos días al Parlamento, recoge textualmente que «el Gobierno no elabora ningún estudio técnico relacionado con esta operación. El Gobierno no dispone de ningún análisis escrito sobre la venta de MásMóvil. No existe ninguna unidad del departamento que interfiera en la negociación y acuerdo de operación de las dos empresas».

Casanova cuestionaba también si «existe algún estudio que demuestre que la compra de MásMóvil era mejor que formar parte de otro operador de gran tamaño a nivel del estado». Y la contestación vuelve a ser que «el Gobierno Vasco no cuenta con estudio alguno y desconoce los términos que se plantean en la pregunta».

Desde Lakua se ha insistido en el compromiso de MásMóvil de mantener el domicilio fiscal en la CAV durante cinco años. Pero Iker Casanova señala que esa estabilidad está asociada a la permanencia del actual accionariado, y pregunta si en caso de que éstos vendan su parte los nuevos accionistas quedarían libres del compromiso.

Y la respuesta firmada por Arantxa Tapia es que «desconocemos la concreción y los extremos de las condiciones recogidas en el pacto de socios».

Siempre está todo bien

El arraigo de Euskaltel con el territorio y el mantenimiento de su domicilio fiscal es una de las cuestiones que siempre se plantean cuando se producen movimientos empresariales en torno a la firma naranja.

Cuando el fondo Zendal entró en Euskaltel, la consejera Arantxa Tapia defendía que su arraigo estaba garantizado porque cualquier tipo de decisión importante debía contar con el apoyo del 75% del accionariado. Según explicó en el Parlamento en mayo de 2019, «desde el año 2005 hasta ahora, Kutxabank ha ido modificando su participación hasta situarla hoy en un 19,88%, pero si aunamos a las acciones de Kutxabank otras acciones participadas o de otros accionistas vascos, teniendo en cuenta fondos de pensiones, accionistas privados y demás, se llega a ese 25%. Por tanto, hoy ese arraigo no está en duda».

Pues todas esas garantías se han esfumado ya, y de hecho hoy por hoy todas las acciones de Euskaltel están en manos de MásMóvil y desde agosto la firma naranja ya no cotiza en Bolsa. Quienes según el Gobierno de Lakua iban a garantizar su arraigo también vendieron sus acciones.

Andoni Ortuzar, el 5G y la soberanía con txalaparta

El 4 de abril, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, declaraba en una entrevista que «lo que está pasando con Euskaltel (la OPA pactada de Más Móvil), desde el punto de vista del cliente, es que va a tener una oferta más potente. Necesitas un músculo financiero y tecnológico y, si no lo tienes, o te alías, o terminas absorbido. Ya vale de que Bildu nos engañe. Soy cliente de Euskaltel. Por no hacer esto, ¿tendríamos que estar condenados a no tener 5G? Tenemos que retener los centros de decisión, pero para dar el mejor servicio. Podemos dar un servicio muy soberano, pero de txalaparta, y seremos un país atrasado». Cuestionada la consejera sobre si el Ejecutivo autonómico comparte declaraciones de políticos que dicen que Euskaltel no podría ofrecer servicio de 5G salvo que MásMóvil y otra gran compañía la absorbiera, Arantxa Tapia asegura que «al Gobierno vasco no le consta esa afirmación». No debió de leer los diarios del Grupo Noticias ese día.I.I.