IKER MOJÓN

Maleducado en salud mental

Dejo las llaves en la entrada, le limpio las patas a Coco y voy a saludar a mi familia. Solo está mi madre, en el sofá, dormida, otra vez. Tal y como la había dejado cuando salí por la puerta. ¿Diazepam? ¿Lorazepam? ¿Yoquesezepam? La despierto con brusquedad, enfadado por la situación, zarandeándola y le pregunto si piensa dormir todo el día. Dormir, pastillas, dormir, esa es su rutina. Intento hacerle ver que eso no es vida, me enfado y le grito, no debería, pero no sé que hacer. Podría emplear paciencia y palabras bonitas, pero ya no funciona. ¿Qué hago? ¿Cómo me comporto? Nadie me ha enseñado. Me frustra actuar de una forma tan agresiva, va en contra de todo lo que predico, pero no encuentro apuntes sobre la interacción con pacientes con depresión entre mis libros de marketing, tal vez sea una asignatura del curso que viene.