Los líderes de la OTAN confirmaron la anunciada declaración de Rusia como la «más significativa y directa amenaza» para la seguridad de los aliados y la paz y la estabilidad en el área euroatlántica, dentro de su nueva estrategia.

El nuevo Concepto Estratégico aprobado en la cumbre de Madrid, que guiará la acción de la OTAN en la próxima década, sustituye al que estaba en vigor desde 2010, en el que consideraba a Rusia un socio estratégico.

Para la OTAN, ahora Moscú «busca establecer esferas de influencia y control directo mediante la coerción, la subversión, la agresión y la anexión», y utiliza, además, «medios convencionales, cibernéticos e híbridos contra nosotros y nuestros socios».

La Alianza asegura que «no busca la confrontación y no supone ninguna amenaza» para Moscú, pero prevé reforzar «significativamente» en los próximos años sus medios de «disuasión», como el aumento de su fuerza de reacción rápida de 40.000 efectivos a «muy por encima» de los 300.000, con modernos medios tecnológicos para hacer frente a Rusia en el flanco oriental.

Enfrentada ya con Rusia, la OTAN presenta, además, a China como un «desafío» para su seguridad, una idea reforzada por la presencia de los líderes de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda como invitados en la cumbre.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sostuvo que «China no es un adversario», para a continuación subrayar su «fuerte inversión en nuevos equipos militares» y denunciar «la profunda asociación estratégica» entre Pekín y Moscú.

El presidente de EEUU, Joe Biden, busca convencer a sus aliados de que plantar cara a Moscú y enfrentarse a Pekín son objetivos complementarios, no opuestos, aunque algunos de sus miembros recelan de aventuras en la región de Asia-Pacífico, objetivo estratégico de Washington.

«En los últimos años, la OTAN ha presionado para ampliar su alcance. La comunidad internacional debe permanecer vigilante y oponerse firmemente. Promover una mentalidad de Guerra Fría e incitar a la confrontación entre bloques está condenado al fracaso», replicó el Gobierno chino

Arma nuclear, «garantía suprema»

Los países de la OTAN han incluido dentro de su nuevo Concepto Estratégico la capacidad nuclear de los países aliados, asumiendo que este tipo de armas, especialmente las que tiene en su poder Estados Unidos, «son la garantía suprema de la seguridad de la Alianza». El concepto pactado por los jefes de Estado y de Gobierno describe la capacidad nuclear interna como una herramienta de disuasión, en la medida en que las circunstancias en que se recurriría a este tipo de armamento son «extremadamente remotas», sin especificar en cuáles serían.

La OTAN declara que hay un riesgo de que actores «hostiles», tanto estatales como no estatales, recurran a armas nucleares, químicas, biológicas o radiológicas, y aluden a las carreras armamentísticas de países como Rusia, Irán, Siria y Corea del Norte, entre otros, por lo que deja claro que no se quedará en ningún caso de brazos cruzados y advierte de que tiene la capacidad y la resolución para «imponer costes» en caso de que sea necesario, y de que los efectos perjudiciales de recurrir a armamento nuclear superaría «con mucho» los potenciales beneficios que aspirase a alcanzar un hipotético adversario.

Además, el Concepto Estratégico abarca un amplio abanico de temas como el «terrorismo» -«la mayor y más directa amenaza asimétrica a la seguridad de los ciudadanos y a la paz y la prosperidad internacionales»-, el ciberespacio, la erosión del control armamentístico y el cambio climático. GARA