I. INTZIARTE - P. GUERRA
RECONOCIMIENTO A VÍCTIMAS DEL ESTADO

«Se les quiso borrar con cal viva, pero con esto recuperamos su memoria»

Palacio de La Cumbre y Fuerte de San Cristóbal. Donostia e Iruñea. Símbolos de la guerra sucia y la represión franquista. Dos espacios que serán recuperados para que la ciudadanía conozca qué sucedió. Familiares de Lasa y Zabala valoraron ayer positivamente este «paso adelante», fruto del acuerdo entre EH Bildu y el Gobierno español para aprobar la Ley de Memoria Democrática.

Axun y Migel Mari Lasa, a las puertas de La Cumbre junto a Juan Karlos Izagirre y Mertxe Aizpurua.
Axun y Migel Mari Lasa, a las puertas de La Cumbre junto a Juan Karlos Izagirre y Mertxe Aizpurua. (Jon URBE FOKU)

«Es la primera vez que vengo aquí. Me ha costado un poco, pero como ya sabía para qué era…», subrayaba Axun Lasa visiblemente emocionada. Junto a su hermano Migel Mari acudió ayer a La Cumbre, en el barrio donostiarra de Aiete, veinticuatro horas después de que se anunciara que el edificio en el que su hermano Joxean y Joxi Zabala fueron salvajemente torturados por agentes de la Guardia Civil pasará a manos del Ayuntamiento de Donostia para ser convertido en un Centro de Memoria.

Sentimientos contrapuestos en una herida que nunca quedará cerrada, pero que puede verse aliviada con decisiones como esta. «Para nosotros es un paso muy importante que este palacio quede en manos del pueblo», añadió Migel Mari Lasa.

En Radio Euskadi, Pili Zabala, hermana de Joxi, apuntaba que la conversión de La Cumbre es «una conquista de los derechos humanos. Afortunadamente mucha gente ha trabajado para que esto pueda materializarse».

A su juicio, los procesos de memoria «consisten en que ese tipo de sucesos nunca más se vuelvan a repetir, y para que eso no se vuelva a repetir, La Cumbre tiene que ser un lugar de memoria», similar a «los centros clandestinos de detención de Argentina».

El recinto, que actualmente tiene unos andamios instalados en su exterior

y que será de titularidad municipal en el plazo máximo de un año desde que se apruebe en Madrid la nueva Ley de Memoria Democrática, fue durante mucho tiempo un siniestro espacio de cuyas garitas emergían bocachas y uniformes verdes.

Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu en el Congreso español, fue quien dio a conocer el martes el acuerdo alcanzado con el Ejecutivo de Pedro Sánchez para la rehabilitación ética del edificio. Ayer estuvo junto a los hermanos de Lasa, al igual que Juan Karlos Izagirre, portavoz de la coalición en la Juntas de Gipuzkoa y exalcalde de Donostia.

«Es un lugar muy simbólico, aquí torturaron a Lasa y Zabala, después fueron asesinados en Alicante y enterrados en cal viva. Es uno de los ejemplos más emblemáticos, más duros, más dolorosos del tema de la tortura. Se les quiso borrar, enterrados en cal viva, para que desaparecieran para siempre. Con esto recuperamos su memoria y su recuerdo», subrayó Aizpurua.

El pacto contempla «una cesión finalista, el objetivo es que sirva como lugar de memoria, para eso se hará la transferencia. Creemos que es un paso adelante, porque de alguna forma ayuda a esa memoria inclusiva que se necesita construir todavía. Esto abre una ventana a que esa reparación, a que no haya categorías diferentes de víctimas. Con esto conseguimos visualizar una realidad que ha permanecido silenciada hasta ahora por los poderes públicos», remarcó.

En Iruñea compareció otra diputada de EH Bildu, Bel Pozueta,

para definir como el «mejor homenaje a los presos y sus familias» el convenio que suscribirán los ejecutivos español y navarro para que el fuerte de Ezkaba se convierta en lugar de memoria, gracias al pacto alcanzado con la coalición soberanista.

En dicho convenio se tendrá que definir cómo será la financiación y el carácter de unas actividades y contenidos que deberán ser acordes con la recuperación y la difusión de lo sucedido en ese lugar. «Va a ser un aporte importante en el conocimiento de la memoria por parte de nuestros jóvenes», añadió.

La titularidad del Fuerte de San Cristóbal seguirá siendo del Ministerio español de Defensa, pero en el convenio «se podría marcar la temporalidad o si es una cesión definitiva».

Esta era una de las 54 enmiendas de EH Bildu a la Ley de Memoria Democrática, varias de las cuales han sido aceptadas por el Gobierno español y entre las que figuraban aportaciones realizadas por las personas que participaron en el ciclo de seis charlas organizado por la formación soberanista en Nafarroa sobre esta materia.

Pozueta asumió que «hubiéramos querido introducir más mejoras» durante el proceso de negociación, que calificó de «largo, de más de un año, con avances, aunque con momentos en los que hemos temido que no saliera adelante por el bloqueo del Gobierno».

Mostró su satisfacción y «alegría» por el resultado final, aunque reconoció que se han quedado en el tintero cuestiones como el del Monumento a los Caídos de Iruñea, como puso de relieve ayer la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

Al respecto, la diputada destacó que el destino de ese monumento figuraba entre las 54 enmiendas y que se planteaba que «se eliminaran todos los obstáculos que se están dando actualmente, bien si se decidiera convertirlo en un lugar de memoria o tirarlo totalmente. Pero el Gobierno no lo ha aceptado».

El Gobierno de Nafarroa ve «positivo» el avance

que supone el acuerdo alcanzado en torno a Ezkaba, según indicó el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo, Javier Remírez, quien comentó que esta cuestión estaba sobre la mesa y restó importancia al modo a través del cual se ha conseguido. «No importa el medio, lo que importa es avanzar en la memoria histórica, su reconocimiento y facilitar a las generaciones presentes y futuras conocimiento de lo ocurrido».

Remírez aseveró que el Gobierno navarro está dispuesto a facilitar que esos lugares estén al acceso de la ciudadanía y sirvan para que no se vuelvan a repetir el pasado.