Iñaki IRIONDO GASTEIZ

Seguridad se escuda en la no renovación de uniformes para infringir la orden de identificación

Año y medio después de que el Departamento dijera cumplir el mandato del Parlamento, ertzainas siguen interviniendo sin llevar visible su identificación. Seguridad alega que hay que esperar a la renovación de todos los uniformes.

Dos años después de que lo exigiera el Parlamento, un año y medio después de que el consejero de Interior lo asegurara en la Cámara y un año después de que se ordenara en el Boletín Oficial del País Vasco, la Ertzaintza sigue sin cumplir con la exigencia de que todos sus agentes intervengan identificados.

En el caso en el que los agentes sí portan el número de identificación, este figura escrito en vertical y con un tamaño de número tan pequeño (medio centímetro) que es muy difícil de reconocer a una distancia razonable y menos aún en situaciones de movimiento.

El Departamento de Seguridad asume que, pese a lo dicho en la anterior legislatura, no todos los agentes llevan su número de identificación y lo atribuye a la falta de renovación de los uniformes.

El parlamentario de EH Bildu, Julen Arzuaga, preguntó recientemente al Departamento de Seguridad por qué los agentes de la Brigada Móvil que cubrían la manifestación del 15 de octubre en Bilbo no estaban identificados. La respuesta de la consejera, Estefanía Beltrán de Heredia, ha sido que «el código identificativo se está implantando de forma progresiva con el cambio de vestuario, por lo que en estos momentos se da la circunstancia de que según el uniforme que tenga el agente (antiguo o nuevo) porte o no dicho código de identificación».

Añade que en el proyecto de presupuesto de 2014 se contempla ya una partida de 6.200.000 euros para completar la adecuada uniformidad de todos los agentes.

Resulta llamativo que un repaso al archivo fotográfico demuestre que son precisamente los agentes de la Brigada Móvil quienes en menos ocasiones portan su identificación. Tampoco se entiende que no se haya previsto una solución provisional para «pegar» o coser un número a los uniformes antiguos.

Pequeños y tapados

El código de identificación personal de cada agente se incluye sobre el lado derecho del pecho del uniforme junto al distintivo de la escala y categoría profesional del ertzaina que lo porta. Según detalla el Departamento, «cada uno de los caracteres alfanuméricos del código de identificación tiene unas medidas aproximadas de 5 x 5,5 milímetros, con un espacio entre caracteres de 2 milímetros». Lo que no especifica es que esos números tan pequeños, de apenas medio centímetro, están colocados en vertical. Pero, según la consejera, se ven «aproximadamente desde cuatro metros».

También puede darse la circunstancia de que el número de identificación, además de pequeño, esté tapado si -como admite la consejera- encima del uniforme «se lleva el chaleco antitrauma externo, elemento que no es dotación personal, sino de uso compartido, y que no contiene por tanto código identificativo personal».

Se ha podido comprobar también que el número queda tapado por las mochilas de material antidisturbios que en muchos casos portan los agentes en sus intervenciones durante movilizaciones ciudadanas.

Además se ha determinado el uso de anoraks rojos sin distintivos individualizados que permitan identificar a un agente en particular.

Frente a la práctica de la Ertzaintza, recientes actuaciones de la Policía española en Iruñea han posibilitado comprobar que sus agentes portaban un código de identificación situado en la parte trasera del chaleco antitrauma y con un tamaño que permitía su lectura a varios metros de distancia y su reconocimiento en vídeos y fotografías.

Exigencia del Parlamento

A raíz de una propuesta del parlamentario de Aralar Mikel Basabe, que fue golpeado por un ertzaina en una manifestación, la Cámara decidió, el 10 de octubre de 2011, instar al Gobierno a que «los ertzainas lleven visible en el uniforme su número profesional».

Tras la muerte de Iñigo Cabacas por un pelotazo, el entonces consejero de Interior, Rodolfo Ares, aseguró el 12 de abril de 2012 ante la Cámara que «siguiendo la recomendación de este Parlamento, todos nuestros agentes uniformados, a partir del 1 de junio, portarán de manera visible un número de identificación».

Pese a que la obligación se recoge en la posterior orden sobre uniformidad de la Ertzaintza, está reconocido que la exigencia sigue sin cumplirse.

«Fortalecer las comisarías como centros de encuentro entre ciudadanos y agentes»

La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, acompañada de altos cargos de su departamento, presentó ayer ante el Parlamento las líneas generales de la remodelación de las estructuras de la Ertzaintza, que pretende adecuarse tanto a la evolución durante los treinta años desde su creación como al nuevo tiempo abierto por la renuncia de ETA a la actividad armada. El plan estratégico tiene como uno de sus principales ejes «alcanzar un alto nivel de reconocimiento social por su cercanía y eficacia». «Apostamos por fortalecer las comisarías como centros de encuentro entre la ciudadanía y los agentes activos encargados de su seguridad», indicó la titular del Departamento de Seguridad.

En el turno de intervenciones de los grupos, el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga planteó a la consejera cuál ha sido el nivel de participación de la ciudadanía en la elaboración de este plan que pretende acercarse a ella. Beltrán de Heredia señaló que dicha participación ha sido posible gracias a la web gubernamental Irekia, aunque lo cierto es que toda la reflexión se ha llevado a cabo en grupos internos de la propia Ertzaintza. Arzuaga también preguntó si se ha reflexionado sobre cuáles son las necesidades de seguridad que la sociedad puede tener en 2016 y recordó que, con una tasa de criminalidad en la media de europea, el ratio policial es el doble. En esto no encontró respuesta por parte de los representantes del Ejecutivo de Iñigo Urkullu. I.I.