En Bizkaia se destruye el suelo costero más rápido que en Alacant. Así lo evidencia el informe «Destrucción a Toda Costa 2013», publicado este verano por Greenpeace, que coloca a Zierbena entre los municipios con más ocupación del litoral a nivel estatal. Asimismo, refleja que Santurtzi o Plentzia tienen prácticamente el 100% de su costa urbanizada.

Según explicó ayer Pilar Marcos, coautora del texto, ante la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento de Gasteiz, esta situación puede empeorar con la nueva Ley de Costas. Una polémica norma, aprobada por el Gobierno del PP, que, en opinión de la asociación ecologista, vulnera directivas europeas, reduce la franja de costa protegida y tiene efectos negativos sobre las salinas, las dunas y las playas seminaturales.

Para poner freno a la destrucción del litoral, Marcos instó a los ayuntamientos a que se declaren insumisos ante la ley y reclamó una política urbanística basada en el «ladrillo sostenible» o en el «ladrillo cero». «No es necesario seguir construyendo a toda costa y, si se hace, pedimos que se respeten las reglas ambientales», añadió.

La representante de Greenpeace propuso la creación de una «fiscalidad ambiental», destinada a premiar a los municipios que han salvaguardado su litoral, como es el caso de Ispaster; defendió la «participación ambiental» de los agentes medioambientales; y pidió más protección para la costa. A este respecto, recordó que solo está protegido el 9% del litoral de Bizkaia y Gipuzkoa.

Visiones opuestas

Dani Maeztu (EH Bildu) agradeció los datos aportados por Marcos y subrayó que «el nivel de deterioro de la costa y la falta de figuras de protección van de la mano». Además, criticó que la nueva Ley de Costas reduce la franja de dominio público, que podrá pasar de 100 a 20 metros, siempre que lo pidan los municipios afectados.

Por su parte, María Eugenia Arrizabalaga (PNV) criticó el informe y defendió el uso del suelo, poniendo como ejemplo el puerto deportivo de Zumaia.