Juanjo BASTERRA

La OCDE pide avanzar hacia un despido más barato en el mercado español

La OCDE presentó ayer un diagnóstico de la reforma laboral del Gobierno español. Admitió que lleva una orientación que se sitúa en la misma línea neoliberal que impulsa, pero quiere que una nueva reforma fije prácticamente el despido libre que, en la actualidad, es casi una realidad. Le preocupa, sin embargo, el alto grado del paro de larga duración.

Destaca que hay margen para «un mayor ajuste del coste de la indemnización por despido» y sugirió que «se restrinjan solo a casos extremos las circunstancias en las que un despido puede ser declarado nulo».

El director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE, Stefano Scarpetta, señaló que las medidas que permiten a las empresas descolgarse de los convenios colectivos, entre otras medidas, han contribuido «a una significativa moderación salarial». De esta manera, la productividad se ha incrementado, lo que para la OCDE es importante, pero es una situación ficticia, porque ese aumento no tiene que ver con una mejora en la inversión tecnológica o en un sistema de producción destacado y de futuro.

«Generoso»

Para el directivo de la OCDE, el coste del despido improcedente de trabajadores indefinidos sigue siendo «generoso», a pesar de que se ha rebajado de 45 a 33 días por año trabajado para los contratos temporales convertidos en fijos y añadió que puede ser «una falta de incentivo para los empresarios».

Una declaración de la OCDE sobre que la reforma laboral «podría haber creado unos 25.000 nuevos contratos indefinidos al mes» fue tomado en consideración por la ministra española de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, quien destacó la misma por esa creación de empleo. Aunque la realidad estadística confirma que desde el año 2010, en plena crisis económica, los empleos indefinidos están cayendo a una velocidad elevada en el mercado laboral.