La Asociación Río Aragón e Iniciativa Ciudadana Yesa+No han denunciando que la ladera derecha del pantano de Esa se sigue deslizando y que «lo hace a mayor velocidad que en el mes de agosto, después de que en setiembre aumentara su velocidad y esta todavía no se haya reducido».

Esto ha provocado que hayan aparecido nuevas grietas en la ladera junto a las urbanizaciones, según indican en un comunicado, en el que vuelven a pedir la paralización de las obras de recrecimiento, el estudio en profundidad de la geología del entorno de la presa por expertos independientes y la toma en consideración de las alternativas que darían solución a esta situación creada.

Según explican, el fondo del deslizamiento se encuentra a unos 100 metros y, en opinión de algunos expertos, «no se espera que se detenga, más aún si se continúa usando el embalse con normalidad, sometiendo a las laderas a continuas subidas y bajadas del nivel freático».

Las organizaciones añaden que «de persistir esta actitud, el derroche seguirá aumentando». Hasta el momento las obras de emergencia realizadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Ministerio de Medio Ambiente han supuesto 25 millones de euros y, según subrayan, «no han dado resultado».

A eso añaden que se está procediendo al llenado del embalse «como si no estuviera ocurriendo nada, haciendo caso omiso a sus propios datos y obviando la delicada situación de la ladera y la misma presa». El embalse se encuentra ya al 77% de su capacidad y el nivel aumenta cada día, lo que genera «incertidumbre, dada la falta de confianza en los organismos oficiales».