La Fundación Kutxa ha propuesto para su Obra Social un presupuesto para este 2014 de 9,4 millones de euros con los que pretende hacer frente a todos los compromisos que ha adoptado. Este cometido no lo cumplió el año pasado, y a día de hoy existen proyectos y entidades que no han recibido el dinero que se les garantizó. Las dudas sobre si será capaz de hacerlo este año resultan inevitables, teniendo en cuenta que la acción social que dirige Carlos Ruiz contaba en 2013 con un presupuesto de 14,91 millones de euros, seis más que ahora, y las cuentas no salieron.

En el 2012 el presupuesto alcanzaba los 37,91 millones de euros. Por lo tanto, en solo dos años este se ha visto reducido por cuatro veces. El nuevo presupuesto deberá ser aprobado próximamente por la Asamblea de Kutxa.

Estos datos se pusieron sobre la mesa en la comisión de la Obra Social que ayer tuvo lugar en Donostia. Este órgano se reúne una vez cada tres meses y tiene el cometido de «garantizar el cumplimiento de la actividad social» de la entidad bancaria.

Según pudo saber GARA, en la cita de ayer también se habló sobre el ejercicio del 2013, que cerró su actividad con un «sobrante» de 1,3 millones de euros «porque no se ha repartido todo lo que había». De hecho, siguen pendientes una serie de ayudas económicas a las que, por el momento, no ha dado respuesta.

Por citar unos ejemplos, las fuentes consultadas por este diario afirmaron que la Obra Social no ha inyectado a Tabakalera los 1,6 millones de euros que debía aportarle el pasado año. Tampoco Tekniker ha recibido los 600.000 euros previstos, ni Kirolgi los 500.000 euros comprometidos. Asimismo, San Telmo Museoa sigue esperando 70.000 euros.

Compromisos de menor magnitud con asociaciones más locales tampoco fueron satisfechos, a pesar de que la actividad que muchas de ellas desarrollan dependen en gran medida de las ayudas económicas.

Cero euros para colaboraciones

Sobre los tipos de proyectos que respalda la Obra Social destacan dos grupos. Por un lado, los que conforman la Obra Social propia, es decir, las que pertenecen a Kutxa. Este eje lo conforman tres fundaciones: Onkologikoa, Arteaga y Mirabide -esta aglutina a su vez a Eureka zientzia museoa, Inbiomed, Cita Alzheimer...-. En el caso del centro oncológico, en la propuesta del presupuesto a la que ha tenido acceso GARA consta una partida de dos millones de euros.

El año pasado, por ejemplo, Onkologikoa no recibió los 2.800.000 euros previstos, sino 500.000. Lo que ocurre, según las fuentes citadas, es que «al tratarse de una fundación tiene opción de cuadrar las cuentas y unas reservas determinadas para poder funcionar».

En el caso de Mirabide, se contempla destinar una partida 1.151.000 euros a repartir entre las nueve entidades que los conforman.

Dejando de lado los proyectos propios, el segundo tipo de iniciativas que sustenta la Obra Social de Kutxa son los convenios en colaboración. Es aquí donde las previsiones son más negras porque en el apartado «otras ayudas proyectos en colaboración» no se prevé destinar ni un solo euro.

La inversión en programas propios -el documento no concreta más - también desciende, al igual que el destinado a personal. En cuanto a gastos, si crece el relativo a unos intereses por una cuenta de crédito, que de 250.000 euros en 2013, asciende a 555.000 euros en 2014.

Venta de inmuebles

Al presupuesto de 9,4 millones de euros podrían sumarse los obtenidos por la venta de locales de la Obra Social, pero está por ver si logra desprenderse de alguno. Por el momento ha vendido únicamente por un millón de euros la antigua Gota de Leche, en la calle Getaria. En cuanto a la Sala Boulevard, a la venta por 2,7 millones de euros, no hay movimientos, a pesar de que hubo comprador.

Kutxa, por el momento, se ha puesto en el mejor de los escenarios, y prevé recaudar casi once millones de euros con la venta de sus inmuebles.