M.I. DONOSTIA

«Memoria de mis putas tristes» no deja en buen lugar a la novela de Gabo

En la actualidad el prestigioso cineasta danés Henning Carlsen tiene ya 86 años, por lo que queda muy en el pasado lejano su triunfo en Cannes con «Hambre» (1966), adaptación de la novela homónima de Knut Hamsun, por la que el bergmaniano Per Oscarsson ganó el Premio de Mejor Actor.

En cambio, apenas han bastado un par de años para que su fallida adaptación de la novela de Gabriel García Márquez «Memoria de mis putas tristes» pase a un merecido y piadoso olvido.

La película empieza por traicionar al original literario en su localización, ya que no se pudo rodar en Barranquilla o en algún otro lugar de Colombia. La indefinida ubicación cinematográfica alude a una población caribeña hacia 1960.

Se intentó llevar el rodaje a Cuba, pero tampoco fue posible por problemas de la coproducción. Finalmente se eligió México, y en concreto la ciudad de Puebla. Las manifestaciones y protestas que allí se dieron contra el proyecto obligaron a trasladarlo a Campeche, donde la filmación transcurrió clandestinamente bajo el falso título de «Memorias del sabio».

La oposición al rodaje partió de una ONG defensora de los derechos de las mujeres y de los menores de edad. La publicación del libro en el 2004 ya había acarreado acusaciones de pedofilia, que se iban a reproducir incluso más virulamente al saberse de la versión cinematográfica.

El actor mexicano Emilio Echevarría, consagrado de forma tardía gracias a «Amores perros», encarna al viejo Sabio, el anciano periodista que para celebrar su 90 cumpleaños contrata los servicios de una virgen, de la cual se enamora, por primera vez en su vida.

El polémico personaje de Delgadina, de la que en la novela se dice que tiene catorce años, en la película es interpretado por una actriz mayor de edad. Su presencia, más metafórica que otra cosa, sirve para impulsar el retorno mental del protagonista a su niñez, juventud y madurez. Etapas unidas por el denominador común de su condición de cliente habitual de burdeles.