Amaia U. LASAGABASTER
SEGUNDA B Real Unión

El Real Unión se tambalea

El grupo de trabajo del primer equipo denunció ayer el nuevo incumplimiento de compromisos por parte del Consejo de Administración unionista, llegando a poner sus cargos a su disposición.

El Real Unión vuelve a la primera página y como, lamentablemente, viene siendo habitual desde que regresara a Segunda B, no lo hace por cuestiones deportivas, sino por su complicadísima situación económica e institucional. Un drama que en los últimos días ha vivido tres nuevos capítulos: el comunicado que emitieron dos expresidentes la semana pasada para volver a mostrar su preocupación por la situación del club y criticar la gestión de sus actuales dirigentes; la protesta simbólica de los jugadores el pasado sábado en el derbi frente al Laudio, cuando permanecieron inmóviles algunos segundos sobre el terreno de juego tras el pitido inicial; y el comunicado, posiblemente el golpe más contundente, que emitió ayer el grupo de trabajo del primer equipo blanquinegro, que incluso ponía sus cargos a disposición del Consejo de Administración, con el que se mostró sumamente crítico.

Firmado por Iñaki Berruet (director deportivo), Sergio Francisco (entrenador), Ricardo Costa (preparador físico), Néstor Orozco (preparador físico), Ricardo Jiménez (médico), Iker Lapresa (fisioterapeuta), Patxi Garea (fisioterapeuta) y Paco Indiano (encargado de material), en la nota se manifestaba la «más profunda preocupación por el momento crítico que está atravesando el Real Unión y su deseo de que tanto la masa social como los accionistas conozcan la realidad que estamos viviendo». Una realidad dura, empezando por los impagos, que parecen haberse convertido ya en un mal hábito. «Por tercera temporada consecutiva -explicaron-, el Consejo de Administración incumple tanto sus obligaciones contractuales, adeudando hasta la fecha las mensualidades de octubre, noviembre y diciembre, como las promesas de pago de la deuda acumulada que arrastramos de los anteriores ejercicios, y que se comprometieron a abonar en los acuerdos que se firmaron a principio de la presente campaña». Varios jugadores, de hecho, denunciaron al club el pasado otoño ante la AFE, visto que los impagos comenzaban con el propio arranque de la campaña.

Cuerpo técnico y médico prosigue lamentando el difícil «día a día en el trabajo, sin los medios necesarios para desempeñar nuestras funciones, es inaceptable y se está volviendo insostenible». En la nota se censura especialmente la persistencia en el tiempo de una situación a la que no se pone solución. «En las diversas reuniones que hemos mantenido con el Consejo de Administración -explican-, prometen inminentes soluciones, pero estas nunca llegan, los impagos se acumulan y la paciencia, después de tantos meses, se agota».

Con todo, y «por respeto a la institución, a la afición y a la plantilla, cuyo encomiable esfuerzo diario, dadas las adversas circunstancias, es digno de destacar y apelando a nuestra profesionalidad y responsabilidad», seguirán trabajando «con total dedicación», aunque «en virtud del cariz que pudieran tener nuestras reivindicaciones, ponemos nuestros cargos a disposición del Consejo de Administración» y advierten, además, de la posibilidad de tomar medidas «en señal de protesta o cualquier otra decisión que consideremos oportuna, reservándonos en última instancia posibles acciones legales».

No sería la primera vez que técnicos y jugadores interponen denuncias contra el club, que ya la temporada pasada reunió a duras penas y sobre la misma campana el dinero necesario para saldar parte de sus deudas y mantener la categoría. Fue, sin embargo, una tirita y no la cura que necesita el Real Unión, que vuelve a las andadas en este nuevo curso.

Demandas

Lo cierto es que la entidad txuriurdin no solo tiene que hacer frente a las estrecheces económicas con las que lidia cualquier mortal hoy en día, sino también con la deuda que arrastra desde hace años. Esos números rojos y el oscurantismo que desde muchos sectores se critica en la gestión del presidente Ricardo García han devenido, además, en una situación institucional muy convulsa en los últimos meses.

Los expresidentes unionistas José Antonio Zabala y Carlos Fernández de Casadevante regresaron a primera línea de la actualidad en la Junta de accionistas celebrada la pasada primavera, cuando reclamaron la necesidad de una serie de cambios en el funcionamiento del club, desde una renovación de los estatutos hasta una mayor claridad en las cuentas, en un proceso para el que se prestaron a colaborar. Durante varios meses pareció que el consenso con los actuales gestores era absoluto pero, concluída la ampliación de capital -cuyos datos no se han facilitado- sin fecha para las asambleas acordadas y sin respuesta para algunas de las demandas planteadas la pasada primavera, los expresidentes emitieron un comunicado la semana pasada para mostrar su profunda preocupación «por la situación económica del club y el modo en el que se desarrolla su gestión y administración».

En la misma criticaban que el Consejo de Administración no hubiera convocado aún «ni la Asamblea General Ordinaria ni las elecciones, tal y como correspondía, con anterioridad al 1 de enero de 2014», ni tampoco la Asamblea Extraordinaria para la aprobación de los nuevos estatutos. Además, no hay todavía «información sobre el resultado de la ampliación de capital, ni se ha facilitado a los abajo firmantes, solicitada en julio de 2013, la relación detallada de todas las deudas del club, con la finalidad de conocer la situación real económica por la que atraviesa la entidad», se explica en el comunicado, en el que también se critican los «reiterados incumplimientos de pagos a futbolistas, técnicos, empleados y restantes acreedores».

Zabala y Fernández de Casadevante solicitan, por último, una respuesta inmediata de los actuales dirigentes, con la convocatoria, en un plazo máximo de diez días, de las asambleas pendientes. Esa respuesta, de momento, no ha llegado y el tambaleo de la institución sigue intensificándose hasta reducir al mínimo su estabilidad.

La semana

Goles. Aunque, sancionado, Jito no pudo viajar a Las Palmas, el ariete del River sigue comandando la tabla de realizadores con 19 goles. Se le acerca Héctor Figueroa (Las Palmas), que alcanza los 14, mientras Guillermo (Bilbao Athletic) sigue con 11.

Filiales. El Grupo II es el que más filiales tiene, media docena, y también en el que mejor les van las cosas. Los dos primeros puestos de la clasificación son, de hecho, para Bilbao Athletic y Las Palmas Atlético; no hay, además, ninguno en posiciones de descenso. En el Grupo I, con solo dos filiales, el mejor clasificado es el Sporting de Gijón B (9º); en el III, con cuatro representantes, es el Villarreal B (6º); y en el IV, también con cuatro filiales, el mejor situado es el Granada B (12º).

Competición. Esta semana se deciden los cuartofinalistas de la Copa Federación, entre los que habrá un mínimo de un representante vasco y un máximo de dos. Tras el 1-2 de Urritxe, el Real Unión intentará defender mañana su ventaja frente al Amorebieta en Gal (19.30). El Balmaseda, por su parte, visita también mañana al Tropezón (20.00) tras imponerse en la ida por 2-0.

Reaparición. Cuatro meses después, Jon Iru volvió a vestirse de corto en partido oficial. El jugador del Bilbao Athletic, que la temporada pasada cedido en el River tampoco tuvo mucha suerte con las lesiones, se había roto el quinto metatarsiano en el segundo partido de Liga, que le ha mantenido cuatro meses de baja.

Quirófano. El que afronta ahora varios meses de baja es Endika Bordas. El jugador del Amorebieta se sometió la semana pasada a una intervención quirúrgica para solucionar su lesión en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha, que arrastraba desde hacía casi dos meses. Si todo marcha bien, estará de vuelta en un máximo de tres meses.

Cromos. El River se suma a una moda cada vez más extendida y lanza su colección de cromos, con los integrantes de todos sus equipos. Se pueden adquirir en una decena de establecimientos.